El Reino Unido prepara la evacuación por barco de 5.000 trabajadores extranjeros atrapados en la ciudad rebelde de Misrata, anunció hoy en Naciones Unidas el ministro británico de Cooperación Internacional, Andrew Mitchell.
El Gobierno británico ayudará en la evacuación de los trabajadores extranjeros que hayan podido alcanzar el puerto de Misrata, asediada desde hace semanas por las fuerzas de Muamar el Gadafi, aunque el traslado se realizará con embarcaciones fletadas por la Organización Internacional de la Migración (OIM).
Las autoridades británicas también se comprometieron a proveer ayuda médica y sanitaria a las personas que han quedado atrapadas por los enfrentamientos en la zona occidental de Libia, indicó Mitchell, que se reúne hoy con altos funcionarios de la ONU para tratar la situación humanitaria que atraviesa el país norteafricano.
"Estoy decidido a que Gran Bretaña continúe ayudando a los civiles inocentes que están atrapados por la violencia. Miles de trabajadores extranjeros han podido alcanzar el puerto, pero se enfrentan al peligro de la violencia sin manera de huir, indicó Mitchell en un comunicado de la misión británica ante la ONU.
Las evacuaciones, explicó el ministro británico, llevarán a esas personas "a un lugar seguro y ayudarán a reducir la demanda en Misrata sobre las limitadas provisiones existentes de comida, agua y material médico".
Mitchell detalló asimismo el compromiso de su país con la ayuda sanitaria que necesitan las zonas más afectadas por el conflicto entre el régimen de Gadafi y los rebeldes, y anunció así que su país destinará nuevos fondos para prestar esa ayuda "vital" a los numerosos civiles que la necesitan con urgencia.
Las autoridades británicas entregarán la ayuda económica necesaria a la organización International Medical Corps (IMC) para que, entre otras cosas, ésta organice el traslado de las personas en situación más grave a Bengasi, feudo de los rebeldes libios, e incluso fuera del país si fuera necesario.
La organización también se encargará de enviar equipos de cirujanos y traumatólogos voluntarios a las instalaciones médicas existentes en la zona occidental de Libia y hará llegar hasta allí medicamentos necesarios, como antibióticos y analgésicos, material quirúrgico y alimentos.
"En las zonas afectadas por el conflicto en el oeste de Libia hay escasez de doctores, la mayoría no tienen experiencia en cirugía de guerra, hay pocas enfermeras y el personal sanitario está sobrepasado", indicó Mitchell sobre la deteriorada situación de los centros médicos libios.
Para el ministro británico, "la ayuda del Reino Unido permitirá la llegada de material médico de primera necesidad y de equipos altamente experimentados a las zonas más afectadas por el conflicto, lo que marcará la diferencia entre la vida y la muerte para muchas personas".
En el mismo comunicado de la misión británica, el vicepresidente de IMC, Rabih Torbay, aseguró que la ayuda británica permitirá al menos ayudar "a treinta heridos de gravedad cada día y proveer asistencia sanitaria esencial a cientos más a diario".
La situación en las zonas en conflicto en Libia sigue haciendo saltar todas las alarmas, pese a que enviados de la ONU a Trípoli alcanzaran el domingo un acuerdo con las autoridades libias para garantizar un centro humanitario en la capital del país, que se sumará al ya existente en Bengasi.
El acuerdo fue alcanzado por el enviado de la ONU a Libia, el jordano Abdul Ilah Al Jatib, y la subsecretaria general del organismo para Asuntos Humanitarios, Valerie Amos, quienes se reunieron con el primer ministro libio, Al-Baghdadi Ali Al-Mahmudi, y el ministro de Asuntos Exteriores del régimen de Gadafi, Abdelati Obeidi, ante quienes pidieron el cese inmediato de los ataques a Misrata.
En esa ciudad, al menos 17 personas murieron y 70 más resultaron heridas por los intensos bombardeos efectuados en las últimas horas por fuerzas leales a Gadafi, según informaron hoy fuentes rebeldes a la cadena catarí Al Yazira. EFE
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