El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, negó hoy que tenga malas relaciones con su antecesor y copartidario, Álvaro Uribe, al salir al paso de una gran controversia política por mensajes de ambos que sugieren un enfrentamiento por diversos motivos.
“Con el (ex) presidente Uribe he mantenido las mejores relaciones. Todos sus comentarios son bienvenidos”, dijo Santos durante su acostumbrado consejo sabatino de gobierno, efectuado esta vez en la ciudad de Girardot (centro).
Santos comentó que incluso en los últimos días le pidió a Uribe (2002-2010) y a sus también antecesores Andrés Pastrana (1998-2002) y César Gaviria (1990-1994) que hagan cabildeo en Washington a favor del Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Colombia y Estados Unidos, pendiente de la ratificación del Congreso estadounidense.
“No nos inventen peleas que no existen. Con el (ex) presidente Uribe sólo tengo palabras de respeto y admiración”, dijo Santos, tras pedir a quienes hablan del aparente enfrentamiento que “se dediquen a otra cosa”.
La controversia política comenzó este viernes cuando Santos hizo unas declaraciones que de inmediato fueron interpretadas como una respuesta a numerosos comentarios de Uribe en su cuenta de Twitter con críticas a diversas actuaciones del gobierno.
“Si hay una actividad donde uno se siente realmente realizado, es la de dictar clase. Posiblemente me verán, después de esta responsabilidad que el pueblo colombiano me dio, dictando clase como ex presidente y no molestando a los presidentes de turno”, afirmó el mandatario en un acto público.
Uribe criticó esta semana a su sucesor por la decisión del gobierno de extraditar a Caracas y no a Estados Unidos al presunto narcotraficante venezolano Walid Makled.
La administración Santos argumentó que decidió entregarlo a Venezuela porque lo solicitó primero en extradición y porque los cargos de la justicia de ese país son más graves que los de Estados Unidos, pues no son solamente por narcotráfico sino también por asesinatos.
Asimismo, Uribe criticó a Santos por hacer modificaciones a un programa de créditos del Ministerio de Agricultura que en el anterior gobierno produjo un gran escándalo porque terminó beneficiando a familias adineradas y no a pequeños agricultores.
Pero las más fuertes críticas de Uribe fueron hechas a raíz de un pronunciamiento que hizo Santos en España en el sentido de que en Venezuela ya no hay presencia de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
“Ahí no están. Hemos comprobado que esos campamentos no están”, dijo Santos en respuesta a una pregunta que le hicieron durante un almuerzo en Madrid.
Las palabras del mandatario fueron cuestionadas por Uribe, quien preguntó en Twitter dónde están algunos jefes de las FARC y del también guerrillero Ejército de Liberación Nacional (ELN).
Uribe denunció varias veces durante su administración que jefes de las FARC y del ELN se escondían en Venezuela y que contaban con el apoyo de autoridades de ese país.
Una denuncia en ese sentido en julio de 2010 llevó al presidente de Venezuela, Hugo Chávez, a romper las relaciones diplomáticas.
Las relaciones se restablecieron el pasado 10 de agosto, tres días después de que Santos jurara como presidente, en el marco de una reunión con Chávez en la ciudad colombiana de Santa Marta.
Desde entonces, Santos y Chávez llevan una cercana relación y se han dicho mutuamente que su colega es “un buen amigo”, lo que ha causado la ira de Uribe, según la prensa local.
En la polémica intervino el ex presidente Ernesto Samper (1994-1998), quien dijo que “lo que el ex presidente Uribe debe hacer es dejar gobernar a Santos”.
Asimismo, Samper comenzó que si fuera el actual presidente le diría a Uribe: “Hombre, déjeme gobernar. Haga usted lo suyo. Yo me encargo del barco, usted ya se quedó en el puerto”.
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