El presidente cubano, Raúl Castro, dio hoy por concluido el proceso de excarcelaciones de presos políticos -"contrarrevolucionarios", según su definición- abierto en la isla el año pasado y resaltó la contribución de la Iglesia Católica y España en ese proceso.
Raúl Castro mencionó ese asunto en el informe central que presentó este sábado en la apertura del VI Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC).
Concretamente se refirió al proceso "recientemente concluido de excarcelación de presos contrarrevolucionarios, de aquellos que en tiempos difíciles y angustiosos para la patria han conspirado contra ella al servicio de una potencia extranjera".
"Por decisión soberana de nuestro Gobierno (los presos) fueron liberados sin haber cumplido totalmente sus sanciones", señaló.
Castro apuntó que ese proceso "podíamos hacerlo de manera directa y atribuirnos el mérito cierto de que lo decidíamos considerando la fortaleza de la revolución".
"Sin embargo lo efectuamos en el marco de un diálogo de respeto mutuo, lealtad y transparencia de la alta jerarquía de la Iglesia católica que contribuyó con su labor humanitaria a que esta acción concluyera en armonía y cuyos laureles en todo caso, corresponden a esa institución religiosa", añadió.
El Gobierno La Habana se comprometió el año pasado a liberar a todos los presos del llamado "Grupo de los 75" disidentes condenados en la "Primavera Negra" de 2003 que permanecían en prisión (52 en aquel momento) en el marco de un inédito diálogo con la Iglesia católica que fue respaldado por el Gobierno español.
Las autoridades cubanas extendieron luego las excarcelaciones a otra categoría de presos condenados por delitos contra la seguridad del Estado.
En total, durante el proceso iniciado en julio de 2010 fueron liberados 115 presos, de los cuales 103 viajaron a España con 647 familiares, y sólo doce del "Grupo de los 75" rechazó el exilio y permanecen en la isla después de haber sido excarcelados.
El general Raúl castro dijo que los representantes de la Iglesia católica cubana "manifestaron sus puntos de vista, no siempre coincidentes con los nuestros, pero si constructivos".
"Esa es al menos nuestra apreciación, luego de largas conversaciones con el cardenal Jaime Ortega y el presidente de la conferencia episcopal, el Presidente de la Conferencia Episcopal Monseñor Dionisio García", subrayó.
El Ministerio de Asuntos Exteriores español dio por terminadas la semana pasada las excarcelaciones iniciadas el año pasado, tras la llegada a Madrid de un grupo de 37 presos políticos cubanos liberados en compañía de unos 200 familiares.
El presidente cubano se manifestó convencido de que "con esta acción hemos favorecido la consolidación del más precioso legado de nuestra historia del proceso revolucionario: la unidad de la nación".
También resaltó la contribución a ese proceso del anterior ministro de Asuntos Exteriores de España, Miguel Ángel Moratinos, con las facilidades que brindó "a la labor humanitaria de la Iglesia, de manera que aquellos que manifestaron ese deseo o aceptaron la idea viajaran al exterior en unión de sus familiares".
No obstante, recordó que "otros (presos excarcelados) decidieron permanecer en Cuba".
Además dijo que Cuba ha soportado "pacientemente la implacable campaña de desprestigio en materia de derechos humanos concertada desde Estados Unidos y varios países de la Unión Europea (UE)".
"Nos exigen nada menos que la rendición incondicional y el desmontaje inmediato de nuestro régimen socialista y alientan, orientan y ayudan a los mercenarios internos a desacatar la ley", sostuvo.
En ese sentido, el gobernante cubano recalcó que "es necesario aclarar a todos, que lo que nunca haremos es negarle al pueblo el derecho a defender a su Revolución".
Y advirtió que "la defensa de la independencia, de las conquistas del socialismo y de nuestras plazas y calles seguirán siendo el primer deber de todos los patriotas cubanos".
EFE
Raúl Castro mencionó ese asunto en el informe central que presentó este sábado en la apertura del VI Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC).
Concretamente se refirió al proceso "recientemente concluido de excarcelación de presos contrarrevolucionarios, de aquellos que en tiempos difíciles y angustiosos para la patria han conspirado contra ella al servicio de una potencia extranjera".
"Por decisión soberana de nuestro Gobierno (los presos) fueron liberados sin haber cumplido totalmente sus sanciones", señaló.
Castro apuntó que ese proceso "podíamos hacerlo de manera directa y atribuirnos el mérito cierto de que lo decidíamos considerando la fortaleza de la revolución".
"Sin embargo lo efectuamos en el marco de un diálogo de respeto mutuo, lealtad y transparencia de la alta jerarquía de la Iglesia católica que contribuyó con su labor humanitaria a que esta acción concluyera en armonía y cuyos laureles en todo caso, corresponden a esa institución religiosa", añadió.
El Gobierno La Habana se comprometió el año pasado a liberar a todos los presos del llamado "Grupo de los 75" disidentes condenados en la "Primavera Negra" de 2003 que permanecían en prisión (52 en aquel momento) en el marco de un inédito diálogo con la Iglesia católica que fue respaldado por el Gobierno español.
Las autoridades cubanas extendieron luego las excarcelaciones a otra categoría de presos condenados por delitos contra la seguridad del Estado.
En total, durante el proceso iniciado en julio de 2010 fueron liberados 115 presos, de los cuales 103 viajaron a España con 647 familiares, y sólo doce del "Grupo de los 75" rechazó el exilio y permanecen en la isla después de haber sido excarcelados.
El general Raúl castro dijo que los representantes de la Iglesia católica cubana "manifestaron sus puntos de vista, no siempre coincidentes con los nuestros, pero si constructivos".
"Esa es al menos nuestra apreciación, luego de largas conversaciones con el cardenal Jaime Ortega y el presidente de la conferencia episcopal, el Presidente de la Conferencia Episcopal Monseñor Dionisio García", subrayó.
El Ministerio de Asuntos Exteriores español dio por terminadas la semana pasada las excarcelaciones iniciadas el año pasado, tras la llegada a Madrid de un grupo de 37 presos políticos cubanos liberados en compañía de unos 200 familiares.
El presidente cubano se manifestó convencido de que "con esta acción hemos favorecido la consolidación del más precioso legado de nuestra historia del proceso revolucionario: la unidad de la nación".
También resaltó la contribución a ese proceso del anterior ministro de Asuntos Exteriores de España, Miguel Ángel Moratinos, con las facilidades que brindó "a la labor humanitaria de la Iglesia, de manera que aquellos que manifestaron ese deseo o aceptaron la idea viajaran al exterior en unión de sus familiares".
No obstante, recordó que "otros (presos excarcelados) decidieron permanecer en Cuba".
Además dijo que Cuba ha soportado "pacientemente la implacable campaña de desprestigio en materia de derechos humanos concertada desde Estados Unidos y varios países de la Unión Europea (UE)".
"Nos exigen nada menos que la rendición incondicional y el desmontaje inmediato de nuestro régimen socialista y alientan, orientan y ayudan a los mercenarios internos a desacatar la ley", sostuvo.
En ese sentido, el gobernante cubano recalcó que "es necesario aclarar a todos, que lo que nunca haremos es negarle al pueblo el derecho a defender a su Revolución".
Y advirtió que "la defensa de la independencia, de las conquistas del socialismo y de nuestras plazas y calles seguirán siendo el primer deber de todos los patriotas cubanos".
EFE
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