La popularidad del presidente de Estados Unidos, que hace poco más de un mes se disparaba tras la muerte de Osama Bin Laden, se ha difuminado poco a poco.
La lenta recuperación de la economía, los elevados precios de la gasolina y la escasa creación de fuentes de empleo han propinado un duro revés a Barack Obama, quien este martes reconoció su preocupación por el mediocre ritmo de recuperación.
Según el sondeo elaborado por el diario The Washington Post, casi tres cuartas partes de la opinión pública (57%) consideran que la recuperación del país no tiene atisbos de haber comenzado y 61% considera que Obama ha realizado un mal trabajo en el frente económico y el déficit.
El elevado índice de desempleo (9.1%) y los altos precios de la gasolina han contribuido así a inyectar preocupantes niveles de pesimismo en los ciudadanos que, por primera vez, han comenzado a valorar la posibilidad del recambio entre algunos de los candidatos republicanos que aspiran a la presidencia en las elecciones de 2012.
A pesar de que Obama aún le lleva una ventaja de entre 5 y 6 puntos a la mayoría de posibles contendientes del Partido Republicano, por primera vez su popularidad ha quedado detrás de la del ex gobernador de Massachusetts, Mitt Romney, el puntero en las encuestas entre los republicanos.
Según la encuesta del Post, el republicano que aspira a convertirse en el primer presidente mormón en la historia de Estados Unidos aventaja por primera vez a Obama en una relación de 49% contra 46%. En medio de un ambiente de pesimismo y atonía, que ha comenzado a impactar en la popularidad del presidente, Obama advirtió este martes contra el peligro de "entrar en pánico" y reconoció que la recuperación, tanto en Europa como en Estados Unidos, será lenta y desigual.
Obama aprovechó su intervención en una rueda de prensa con la canciller alemana, Angela Merkel -de visita en EU-, para insistir en la necesidad de tener paciencia de cara a un proceso de recuperación de la economía que, aunque modesto, apunta en la dirección correcta.
"Me preocupa, ciertamente, el hecho de que la recuperación en la que nos encontramos inmersos no esté produciendo fuentes de empleo más rápido de lo que yo desearía", aseguró el presidente al descartar, sin embargo, la posibilidad de una doble recesión en Estados Unidos.
"Recuperarse de una crisis como la última requiere de tiempo y puede implicar una evolución desigual", apuntó Obama, al insistir en la necesidad de mantener la paciencia y no caer en pánico frente a los datos del día a día, como el índice de desempleo o el comportamiento de los mercados, ya que se trata de un "trabajo a largo plazo".
Durante la rueda de prensa conjunta, en la Casa Blanca, Obama advirtió asimismo que "no se debe permitir" que la crisis de deuda en países europeos amenace a la economía mundial, principalmente a la de Estados Unidos que ha tenido serias dificultades para volver al sendero de la recuperación:
"La crisis de la eurozona es uno de los vientos frontales exteriores que están perjudicando a la economía estadounidense", reconoció Obama al insistir en la necesidad de actuar de forma conjunta para salir poco a poco del atolladero económico que sigue comprometiendo los índices de crecimiento y de empleo en Estados Unidos.
"No se debe permitir que la economía global se ponga en riesgo" con la crisis de deuda que afecta a Grecia, Irlanda y Portugal, apuntó Obama, al declararse convencido de que la Unión Europea será capaz de controlar la crisis de deuda griega.
(El Universal de México)