El consejo ejecutivo del FMI evalúa hoy las fortalezas de los candidatos a dirigir la institución, el mexicano Agustín Carstens y la francesa Christine Lagarde, y podría anunciar su decisión este mismo martes, dijeron a Efe fuentes del organismo.
El plazo para dar a conocer el nombre del ganador finaliza este jueves, pero el consejo ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI), integrado por 24 miembros que representan a los 187 países de la institución, podría no esperar hasta el último día.
Lagarde, de 55 años y ministra de Economía de Francia desde el 2007, aparece como la clara favorita a hacerse con el trofeo, con lo que se convertiría en la primera mujer en dirigir la institución.
Su nombramiento perpetuaría el monopolio europeo al frente del Fondo, que ha estado liderado por un representante del Viejo Continente desde su creación hace más de seis décadas.
Además, cuatro de los diez directores gerentes del FMI han sido franceses: Pierre-Paul Schweitzer, Jacques de Larosière, Michel Camdessus y Strauss-Kahn, que lideraron la institución durante 36 de sus 65 años de funcionamiento.
La titular de Economía francesa comenzó la carrera con ventaja, al contar con el apoyo en bloque de la Unión Europea, que tiene más de una tercera parte del poder de voto en el Fondo.
Si a eso se suma el apoyo explícito de otros países, como China, Egipto, Indonesia, Corea del Sur y el África francófona, Lagarde cuenta con más del 40 % de los votos.
Estados Unidos, con cerca del 17 % del poder de voto y el principal socio del FMI, no manifestó su apoyo a ninguno de los dos contendientes.
Japón, el segundo mayor miembro del Fondo, con algo más del 6 % del poder de voto, tampoco ha revelado sus preferencias.
Los observadores dan por hecho, de todos modos, que EE.UU. respaldará a Lagarde en una decisión que se espera se alcance por consenso y no mediante una votación abierta.
Carstens, gobernador del banco central mexicano, que en los últimos días logró el apoyo de Canadá y Australia y tiene el respaldo de más de una docena de países latinoamericanos, se ha asegurado tan solo alrededor del 12 % de los votos del consejo ejecutivo del FMI.
La carrera por la dirección del FMI se desató el 19 de mayo con la inesperada dimisión del entonces director gerente, el francés Dominique Strauss-Kahn, acusado de intentar violar a una empleada de hotel en Nueva York.
Strauss-Kahn lideró un trasvase de poder en el FMI que ha dado más peso a los emergentes en la institución aunque no tanto como reclamaban esos países.
Lagarde prometió la pasada semana que de ganar seguirá los pasos de su antecesor en ese frente, al indicar que trabajará para adaptar la estructura de poder del Fondo a una cambiante realidad económica global en la que los emergentes tiene un protagonismo creciente. EFE
El plazo para dar a conocer el nombre del ganador finaliza este jueves, pero el consejo ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI), integrado por 24 miembros que representan a los 187 países de la institución, podría no esperar hasta el último día.
Lagarde, de 55 años y ministra de Economía de Francia desde el 2007, aparece como la clara favorita a hacerse con el trofeo, con lo que se convertiría en la primera mujer en dirigir la institución.
Su nombramiento perpetuaría el monopolio europeo al frente del Fondo, que ha estado liderado por un representante del Viejo Continente desde su creación hace más de seis décadas.
Además, cuatro de los diez directores gerentes del FMI han sido franceses: Pierre-Paul Schweitzer, Jacques de Larosière, Michel Camdessus y Strauss-Kahn, que lideraron la institución durante 36 de sus 65 años de funcionamiento.
La titular de Economía francesa comenzó la carrera con ventaja, al contar con el apoyo en bloque de la Unión Europea, que tiene más de una tercera parte del poder de voto en el Fondo.
Si a eso se suma el apoyo explícito de otros países, como China, Egipto, Indonesia, Corea del Sur y el África francófona, Lagarde cuenta con más del 40 % de los votos.
Estados Unidos, con cerca del 17 % del poder de voto y el principal socio del FMI, no manifestó su apoyo a ninguno de los dos contendientes.
Japón, el segundo mayor miembro del Fondo, con algo más del 6 % del poder de voto, tampoco ha revelado sus preferencias.
Los observadores dan por hecho, de todos modos, que EE.UU. respaldará a Lagarde en una decisión que se espera se alcance por consenso y no mediante una votación abierta.
Carstens, gobernador del banco central mexicano, que en los últimos días logró el apoyo de Canadá y Australia y tiene el respaldo de más de una docena de países latinoamericanos, se ha asegurado tan solo alrededor del 12 % de los votos del consejo ejecutivo del FMI.
La carrera por la dirección del FMI se desató el 19 de mayo con la inesperada dimisión del entonces director gerente, el francés Dominique Strauss-Kahn, acusado de intentar violar a una empleada de hotel en Nueva York.
Strauss-Kahn lideró un trasvase de poder en el FMI que ha dado más peso a los emergentes en la institución aunque no tanto como reclamaban esos países.
Lagarde prometió la pasada semana que de ganar seguirá los pasos de su antecesor en ese frente, al indicar que trabajará para adaptar la estructura de poder del Fondo a una cambiante realidad económica global en la que los emergentes tiene un protagonismo creciente. EFE