Fibromialgia, el dolor en todo el cuerpo
La fibromialgia, también denominada fibrositis, es una inflamación del tejido fibroso o conjuntivo de los músculos en cualquier parte del cuerpo, fuera de las articulaciones, según señala el doctor Aldo Villavicencio, médico chileno, especialista en esta enfermedad.
Síntomas
Según María José Jannaut, reumatóloga colombiana, estos son los principales síntomas de la fibromialgia:
Sueño: Trastornos para conciliar el sueño o sueño no reparador; es decir, la persona duerme, pero se despierta por la mañana con fatiga.
Rigidez: La mayor parte de los pacientes siente rigidez en los músculos y huesos, especialmente en horas de la mañana.
Dolor de Cabeza: La rigidez en algunas áreas del cuello y la cabeza, puede generar jaquecas frecuentes o dolor en la mandíbula y en la cara.
Parestesia: Entumecimiento, hormigueo en diferentes partes del cuerpo.
Efectos Cognitivos: Los dolores en diferentes áreas del cuerpo pueden afectar la capacidad de concentración o provocar lentitud en la realización de algunas tareas. La ansiedad y depresión pueden ser síntomas que se conviertan en consecuencias de la fibromialgia.
Esta variedad de síntomas, sostiene Jannaut, tiene un efecto negativo en la forma de tratar esta enfermedad, por dos motivos. En primer término, porque cada uno de estos síntomas puede tratarse de manera aislada. El sueño, por ejemplo, puede ser el síntoma principal y, en esta medida, tratado por especialistas en esta materia. En segundo término, si se identifica la enfermedad como fibromialgia, el tratamiento debe atender tantas manifestaciones que en ocasiones el proceso puede ser largo y poco efectivo.
De la misma forma, muchos de los síntomas son parecidos a los de enfermedades complejas como la artritis, artritis reumática, bursitis o tendinitis, agrega la experta. Debido a que no existen metodologías de laboratorio disponibles para identificar la fibromialgia, el procedimiento de diagnóstico está basado en la observación, el número de síntomas, la frecuencia con la que se sienten los dolores y la permanencia de estos.
Las causas
No existen certezas científicas sobre las causas de la fibromialgia, agrega Villavicencio. El texto médico de Jerome B. Posner, contenido en el Tratado Cecil de Medicina Interna así lo confirma. Sin embargo, existen algunas hipótesis. En primer lugar, la fibromialgia puede ser producida por toxinas reumáticas u otras toxinas, como las procedentes de los dientes o garganta sépticos, o de alguna otra forma de infección.
Según Jannaut, también puede tratarse de alteraciones microscópicas en los puntos desencadenantes (se denominan nódulos fibrosos), indicando que una contracción tónica del músculo es la que origina alteraciones estructurales. El texto de Posner sostiene que la liberación de sustancias nocivas, como ácido láctico, potasio o cininas de músculos con contracción crónica, puede causar el dolor y la hipersensibilidad que acompañan a este síndrome.
Según esta experta, la dolencia se relaciona frecuentemente con la exposición a la humedad o al frío y, en los casos de personas de mediana o avanzada edad, a exceso de ejercicio o fatiga. Muchas personas padecen de fibromialgia después de haberse expuesto a una ligera corriente de aire o haber sufrido en una parte del cuerpo los efectos de un ventilador eléctrico aunque sea por poco tiempo.
Tratamientos
La doctora Sonia Rincón, médica de la Cruz Blanca, señala que el tratamiento con frecuencia es difícil y frustrante. Según Posner, en algunos pacientes los analgésicos suaves, el calor y el masaje, proporcionan un alivio temporal o prolongado y, en enfermos con puntos desencadenantes (dolor miofascial), el masaje o incluso la inyección de estos puntos con anestésicos locales proporciona alivio.
Los antidepresores, según Jannaut, tienen una eficacia moderada y, al menos producen una remisión a corto plazo en casi 20 por ciento de los enfermos. En la mayoría se requiere una combinación de los métodos físicos anteriores con investigación y tratamiento para lograr alivio a largo plazo.
Según Rincón, se puede conseguir alivio temporal con ejercicio o masaje moderados. Los salicilatos pueden ser beneficiosos. También produce alivio la combinación de calor y masaje.
Si la fibromialgia va acompañada de fatiga o agotamiento, deberá intentarse hallar la causa específica, como una infección, dieta equivocada o exposición indebida, sostiene Villavicencio. Los afectados de fibromialgia o fibrositis deberán protegerse contra los catarros, los escalofríos, la humedad y los cambios repentinos de temperatura.
Para esto se aconseja llevar junto a la piel prendas de lana o de una mezcla de lana y otros materiales, y evitar las corrientes de aire. Algunas manifestaciones de la fibromialgia pueden ser tratadas satisfactoriamente con rayos X y con inyecciones de anestésicos directamente en la zona afectada.
Rincón indica que los cuidados contra la fibromialgia deben ser de carácter preventivo, por ejemplo, evitar el frío, la humedad y las corrientes de aire, factores que muchas personas ignoran y que pueden ser los causantes de la fibromialgia u otras enfermedades reumatológicas.
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