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viernes, 5 de agosto de 2011

Las células que comen para protegernos

Un equipo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de España ha descubierto un proceso molecular según el cual los glóbulos blancos amplifican la respuesta inmunitaria, según informó esa institución en un comunicado.

El estudio ha revelado que los linfocitos T, encargados de reconocer moléculas que forman parte de un patógeno (antígenos) y que también activan el sistema inmune, son capaces de "devorar" estas moléculas y exponerlas a otros linfocitos.

El CSIC precisa en su nota que este estudio, publicado en la revista "Immunity", podría servir de base en el futuro para utilizar los linfocitos T como una vacuna viva.

Hasta ahora se conocía la capacidad de los linfocitos T para reconocer moléculas expresadas por células infectadas con virus o células que han atrapado otro tipo de microbios.

Pero, según el CSIC, estos linfocitos T activan, asimismo, una respuesta selectiva hacia estos microbios para que el sistema inmunitario adquiera memoria y sea capaz de combatir, de una forma más eficaz, una segunda infección con el mismo patógeno.

"Los linfocitos T también tienen capacidad fagocítica, es decir, son capaces de devorar un antígeno.

Además, lo exponen en su propia membrana para que otros linfocitos T lo reconozcan.

Son, por tanto, ejecutores y, al mismo tiempo, desencadenan la respuesta inmunitaria", según el investigador del CSIC Balbino Alarcón. Los científicos se dieron cuenta del proceso al estudiar la función de la proteína TC21M, que, según ellos, ha sido "fundamental" en la fagocitosis de los linfocitos T.

El trabajo ha sido financiado por el Ministerio español de Ciencia e Innovación, la Red de Cáncer del Fondo de Investigación Sanitaria y la Asociación Española contra el Cáncer.

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