La incertidumbre sobre el rumbo de las economías desarrolladas seguirá dando soporte al precio del oro, mientras que el cobre podría seguir apreciándose por la escasez de proyectos de gran escala, dijo Daniel Mori, analista de Intéligo SAB.
Inteligo estima que el precio promedio del oro en el 2011 será de 1.474 dólares por onza, muy por encima de los 1.221 dólares del 2010. El estimado para el 2012 es de 1.531 dólares por onza. Una apreciación mayor tendría la plata, pues el estimado es que pasará de 20,2 dólares por onza en el 2010 a 36,6 dólares en el 2011 y a 37,3 en el 2012.
“El oro tiene una demanda de inversionistas que buscan seguridad en un escenario en que el dólar y euro tienen debilidades estructurales. Los déficits en EE.UU. y Europa está haciendo mella en la solidez de estas dos monedas (…) las proyecciones para el oro son muy diversas, pero hay pocos riesgos a la baja”, comentó Mori.
En cuanto a los metales base, aquellos cuya principal demanda está en la industria, Mori dijo que la escasez de proyectos de gran escala en cobre y zinc, a nivel mundial, presionará al alza el precio de estos metales.
Aclaró, sin embargo, que el comportamiento de los precios de estos metales es más sensible a los temores sobre una nueva recesión mundial. Como ejemplo, el precio de la tonelada métrica de cobre en el mercado spot de Londres el 4 de agosto, era de 9.329,5 dólares, pero para el martes de esta semana se ubicaba en 8.573 dólares.
En cuanto a la inflación en China, el mayor comprador de cobre del mundo, Mori dijo que el indicador no despierta temores de un ajuste drástico, pues hasta el momento el gobierno chino a aplicado el conocido “soft-landing” (aterrizaje suave), con lo cual no debiera haber un impacto en el corto plazo sobre el precio de los metales base.
Eduardo Jiménez, analista de Macroconsult, recordó, sin embargo, que China le vende sus bienes manufacturados a EE.UU. y los países europeos, por lo que depende del ritmo de crecimiento de estos.
En ese sentido es desalentador por ejemplo, el indicador de avance de la economía americana en el segundo trimestre, por debajo de las expectativas (1,3%, cuando se espera a 2%). Una ralentización en el crecimiento de China, por lo tanto, tendería a afectar negativamente el precio del cobre.
“El oro definitivamente va a seguir subiendo, pero no creo que mucho más. En cambio el cobre tiene fluctuaciones fuertes y creo que una subida del oro no compensaría la caída del cobre al punto de evitar un deterioro en los términos de intercambio”, comentó Jiménez.
Un deterioro en los términos de intercambio – indicador que refleja el poder adquisitivo de nuestras exportaciones respecto de los productos importados- tendría a su vez un impacto en la recaudación por exportación de metales.
A manera de referencia, la ponderación de estos metales en la producción minera es la siguiente: cobre 19,82 por ciento; zinc 20,22 por ciento; oro 18,80 por ciento; plata 9,03 por ciento. En cuanto al valor de las exportaciones mineras (que equivalen al 70% de las exportaciones totales), el oro representa un 30% y el cobre un 35%.
AFP