EFE).- El expresidente de Gobierno de España, José María Aznar, opinó que el próximo régimen en caer después del libio, será el de Siria, país árabe donde “el régimen de los Asad ha emprendido una represión sangrienta sin una reacción internacional contundente”.
El político español y también presidente de la Fundación para el
Análisis y los Estudios Sociales (Faes) participó en la 37 edición del
Foro Ambrosetti, que se celebra en el lago Como-Cernobbio (Italia).
Aznar pronunció la conferencia “Nuevos equilibrios en el Mediterráneo: Cuáles son las implicaciones?”,
donde enunció los principales retos que afronta el Norte de África y
Oriente Medio, según el texto de su discurso remitido a Efe.
“Estamos viendo en el Norte de África y en Oriente Medio un vendaval
de cambios de dimensión histórica”, cuyo resultado final “es incierto y
dependerá de las decisiones, de las acciones y de las omisiones de
quienes están actuando en la región”, indicó.
Denunció “la idea de que el mundo árabe estaba condenado a estar
privado de libertad y de perspectivas de mejora, de modernización y
progreso, y que la única alternativa para esas sociedades” era entre la
autocracia y la teocracia islamista.
Y el incendio se ha propagado con unas consecuencias que aún tenemos
que calibrar”, señaló Aznar, quien repasó los recientes acontecimientos
en Túnez, Egipto, Libia y Siria, donde “el régimen de los Asad ha
emprendido una represión sangrienta sin una reacción internacional
contundente”.
El dirigente del Partido Popular español señaló que, en algunos casos, la única alternativa a la modernización y evolución política es el cambio de régimen.
“Creo que esto se ha visto en Libia, y que Siria es el siguiente de la lista”, subrayó.
El expresidente de Gobierno español cree que en todas estas revueltas
hay un denominador común, que es la “frustración” provocada “por la
ausencia de tres bienes que los distintos regímenes no han sabido
proveer a la población: la dignidad, las oportunidades para mejorar y la búsqueda de la modernización”.
Los culpables de ello, según Aznar, son los gobiernos y regímenes que
han oprimido a los pueblos, y también el resto de los países porque en
su política exterior no dieron “suficiente relevancia (…) a la libertad y
a los principios de las sociedades abiertas”.
Al hablar del futuro de estos países, Aznar advirtió de que “quienes tienen agendas distintas a las de la apertura,
la democratización y la tolerancia van a intentar ganar posiciones, y
las organizaciones con mejor estructura e implantación en muchos de los
países son precisamente las islamistas”.
“Los retos que hay que afrontar empiezan por el Estado”, señaló y
agregó que “es urgente que en cada uno de los países los regímenes
políticos sean dignos, porque la dignidad es lo primero que se reclamó
en las calles y plazas de las revueltas”.
Para José María Aznar, “es posible crear oportunidades y riqueza, y
esa forma de crear oportunidades se llama economía de mercado, sociedad
de oportunidades, globalización, inversiones, comercio, empleo y
seguridad jurídica”.
El tercer reto es, según el político español, el de la democracia, la tolerancia y la reconciliación, y por ello “debemos apoyar a los demócratas”, dijo.
“Soy de los que creen que la libertad y los derechos humanos
universales son patrimonio de todos los hombres y mujeres, y que no hay
excepciones a su validez”, manifestó.
También subrayó que “la defensa de la democracia en Israel será
determinante para el futuro en libertad de las sociedades árabes”.
“Sin duda Irán y los yihadistas de toda laya intentarán jugar la carta del enemigo exterior,
el viejo espantajo de la amenaza sionista, para desviar la atención
sobre las reformas que son necesarias. El problema de las sociedades
árabes no es Palestina, sino su propio futuro”, puntualizó Aznar.