(AFP) - Diecisiete bancos e instituciones financieras están implicadas en una demanda presentada este viernes en Estados Unidos por un regulador financiero por fraudes cometidos antes de la crisis de los créditos hipotecarios a riesgo (“subprime”), anunció la autoridad actuante.
La Agencia federal de financiación inmobiliaria (FHFA) indicó en un comunicado que busca “recuperar las pérdidas” infligidas a dos gigantes paraestatales de financiación de préstamos hipotecarios, Fannie Mae y Freddie Mac, por esas instituciones, entre ellas el banco francés Société Générale y el suizo Credit Suisse.
Según el informe emitido por la FHA, los bancos no investigaron debidamente la fiabilidad de los contratos hipotecarios, como exigen las leyes bursátiles, y pasaron por alto los indicios de que los ingresos de muchos prestatarios se habían exagerado o falsificado.
Cuando a finales del 2008, la burbuja inmobiliaria estalló en virtud del impago de las hipotecas por parte de muchos prestatarios, la cotización de estos títulos hipotecarios se vino abajo. Como consecuencia, Fannie Mae y Freddie Mac perdieron más de 30.000 millones de dólares, pérdidas que fueron cubiertas en su mayor parte por las arcas federales.
Según las fuentes del Times, el pleito que interpondrá la FHA será muy parecido al que formuló en julio pasado contra el banco UBS, por al menos 900 millones de dólares.
Obama detiene controvertido proyecto para reducir la contaminación del aire
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, pidió hoy a la Agencia de Protección Ambiental (EPA) que detenga un controvertido proyecto para reducir la contaminación del aire, al que se oponían los republicanos y algunos líderes empresariales.
En un comunicado difundido por la Casa Blanca, Obama justificó su decisión en la importancia de “reducir las cargas” burocráticas y la “incertidumbre” para las empresas, en momentos en que la economía estadounidense “continúa recuperándose”.
La EPA propuso en enero de 2010 un rango de concentración de ozono permitido en el aire de entre 60 y 70 partes por billón, frente al de 75 partes por billón adoptado durante la presidencia del republicano George W. Bush.
La decisión de Obama de posponer la puesta en marcha de nuevas restricciones a la emisión de gases contaminantes supone una victoria para la comunidad empresarial que, apoyada por los republicanos, pedía precisamente aplazar ese proyecto hasta 2013 en vista de la debilidad de la economía estadounidense.
Precisamente hoy, el Departamento de Trabajo anunció que la tasa de desempleo en Estados Unidos no experimentó cambios el pasado agosto y se mantuvo en el 9,1 %, un nivel elevado.
El país acumula un total de 14 millones de desempleados, una cifra que apenas ha variado desde el pasado abril.
Pese a la decisión de retirar el proyecto sobre el ozono, Obama remarcó que el “compromiso” de su Gobierno “con la protección de la salud pública y el medio ambiente es inquebrantable”.
“Mi Gobierno ha tomado algunas de las acciones más fuertes desde la promulgación de la Ley de Aire Limpio hace cuatro décadas para proteger nuestro medio ambiente y la salud de nuestras familias de la contaminación del aire”, afirmó Obama.
Sin embargo, organizaciones ambientalistas salieron de inmediato a rechazar la decisión de Obama, como la Liga de Votantes en favor de la Conservación del Medio Ambiente (LCV, por su sigla en inglés), cuyo presidente, Gene Karpinski, dijo a la prensa que es “una gran victoria para las corporaciones que contaminan y una gran pérdida para la salud pública”.
Con información de EFE y elperiodico.com