La canciller alemana, Angela Merkel, llamó este martes a hacer todo para evitar la quiebra de Grecia, en un intento por calmar la fiebre provocada en los mercados financieros por las declaraciones de miembros de su coalición que no descartaron un default de Grecia.
El ministro alemán de Economía, el liberal Philipp Rösler, había planteado el lunes la posibilidad de un default de Atenas, provocando pánico en las bolsas mundiales por temor a una reacción en cadena desatada por la eventual quiebra.
"La prioridad absoluta es evitar una suspensión de pagos incontrolada, porque no sólo afectaría a Grecia, y porque hay un elevado riesgo de que nos afecte a todos, o al menos a muchos otros países", dijo la canciller este martes.
"La declaración de Merkel debe entenderse como una aclaración", comentó a la AFP Thorsten Polleit, economista de Barclays Capital.
La víspera, el presidente estadounidense Barack Obama expresó su inquietud.
"Pienso que seguiremos observando debilidad en la economía mundial mientras esa cuestión no esté resuelta", declaró Obama a propósito de la crisis de la deuda soberana en la Eurozona. "Grecia es, evidentemente, el problema más urgente", añadió.
A falta de un procedimiento de default controlado, que no existirá en Europa hasta 2013, las declaraciones de Merkel vienen a descartar una bancarrota total de Atenas, según Berlín.
El presidente de la Autoridad de Mercados Financieros (AMF) francesa, Jean-Pierre Jouyet, predijo "una reestructuración más pronunciada de la deuda griega". Esto significa que los acreedores de Atenas deberían renunciar a una parte de su inversión superior a la prevista hasta ahora (21%).
Según el renombrado economista alemán Peter Bofinger, la quiebra de Grecia tendría consecuencias catastróficas.
"Si Grecia no recibe más ayudas, habrá una quiebra incontrolada, y en consecuencia el sistema bancario griego se hundirá, con un riesgo de reacción en cadena enorme, potencialmente más devastador que la quiebra de Lehman en 2008", según él.
En el mercado de obligaciones, los intentos de Italia de contar con China para que le compre su deuda pública no han generado confianza. Según los rumores de mercado, Pekín no estaría interesado por los títulos italianos.
Prueba de la desconfianza dominante, este martes, el Tesoro italiano tuvo que ofrecer intereses más altos para colocar bonos a cinco, siete y nueve años por casi 6.500 millones de euros.
En su esfuerzo por infundir calma, Merkel destacó también los logros del Gobierno griego, que anunció en los dos últimos años sucesivas medidas de austeridad, las últimas de ellas este domingo, para recaudar 2.000 millones de euros suplementarios en impuestos y cumplir con su objetivo anual de reducción del déficit.
"Según las cosas que escucho procedentes de Grecia, el gobierno griego tomó conciencia de la situación e hizo lo que era necesario", estimó la canciller, que ya había lanzado hace unos días un llamado a la paciencia con Atenas.
"El hecho de que regrese la troica sugiere que Grecia ha puesto en marcha una serie de cosas necesarias", sugirió la canciller alemana.
El grupo de expertos de la Comisión Europea, del Banco Central Europeo (BCE) y del Fondo Monetario Internacional (FMI) encargado de evaluar los avances de Atenas en la implementación de su programa de reformas, se había marchado repentinamente de Grecia el 2 de septiembre pasado.
El equipo anunció que regresará a Atenas en los próximos días.
El ministro alemán de Economía, el liberal Philipp Rösler, había planteado el lunes la posibilidad de un default de Atenas, provocando pánico en las bolsas mundiales por temor a una reacción en cadena desatada por la eventual quiebra.
"La prioridad absoluta es evitar una suspensión de pagos incontrolada, porque no sólo afectaría a Grecia, y porque hay un elevado riesgo de que nos afecte a todos, o al menos a muchos otros países", dijo la canciller este martes.
"La declaración de Merkel debe entenderse como una aclaración", comentó a la AFP Thorsten Polleit, economista de Barclays Capital.
La víspera, el presidente estadounidense Barack Obama expresó su inquietud.
"Pienso que seguiremos observando debilidad en la economía mundial mientras esa cuestión no esté resuelta", declaró Obama a propósito de la crisis de la deuda soberana en la Eurozona. "Grecia es, evidentemente, el problema más urgente", añadió.
A falta de un procedimiento de default controlado, que no existirá en Europa hasta 2013, las declaraciones de Merkel vienen a descartar una bancarrota total de Atenas, según Berlín.
El presidente de la Autoridad de Mercados Financieros (AMF) francesa, Jean-Pierre Jouyet, predijo "una reestructuración más pronunciada de la deuda griega". Esto significa que los acreedores de Atenas deberían renunciar a una parte de su inversión superior a la prevista hasta ahora (21%).
Según el renombrado economista alemán Peter Bofinger, la quiebra de Grecia tendría consecuencias catastróficas.
"Si Grecia no recibe más ayudas, habrá una quiebra incontrolada, y en consecuencia el sistema bancario griego se hundirá, con un riesgo de reacción en cadena enorme, potencialmente más devastador que la quiebra de Lehman en 2008", según él.
En el mercado de obligaciones, los intentos de Italia de contar con China para que le compre su deuda pública no han generado confianza. Según los rumores de mercado, Pekín no estaría interesado por los títulos italianos.
Prueba de la desconfianza dominante, este martes, el Tesoro italiano tuvo que ofrecer intereses más altos para colocar bonos a cinco, siete y nueve años por casi 6.500 millones de euros.
En su esfuerzo por infundir calma, Merkel destacó también los logros del Gobierno griego, que anunció en los dos últimos años sucesivas medidas de austeridad, las últimas de ellas este domingo, para recaudar 2.000 millones de euros suplementarios en impuestos y cumplir con su objetivo anual de reducción del déficit.
"Según las cosas que escucho procedentes de Grecia, el gobierno griego tomó conciencia de la situación e hizo lo que era necesario", estimó la canciller, que ya había lanzado hace unos días un llamado a la paciencia con Atenas.
"El hecho de que regrese la troica sugiere que Grecia ha puesto en marcha una serie de cosas necesarias", sugirió la canciller alemana.
El grupo de expertos de la Comisión Europea, del Banco Central Europeo (BCE) y del Fondo Monetario Internacional (FMI) encargado de evaluar los avances de Atenas en la implementación de su programa de reformas, se había marchado repentinamente de Grecia el 2 de septiembre pasado.
El equipo anunció que regresará a Atenas en los próximos días.