La muerte de Anuar Al Aulaqi, uno de los dirigentes de Al Qaida en la península arábica (AQPA), es un duro golpe contra esta organización, pero no afectará su capacidad de causar daño en Yemen, estimaron los expertos.
Presentada por Washington y Saná como un éxito mayor de la lucha contra AQPA, la eliminación mediante un ataque aéreo del imán radical yemení-estadounidense solo tendrá un impacto relativo sobre esta rama de la red terrorista, según un especialista.
"Al Qaida existía antes de Aulaqi y seguirá después de su muerte. Aulaqi solo le aportó su capacidad para hablar inglés y para comunicar con el exterior", destacó Nabil al Bakiri, especialista yemení de los grupos islamistas.
En efecto, en el momento en que el mundo conocía el viernes la muerte de este enemigo público de Estados Unidos, AQPA publicó un comunicado reivindicando una serie de operaciones en septiembre que habrían dejado más de 140 muertos entre las fuerzas del orden en el sur de Yemen.
Nacida de la fusión de las ramas yemení y saudí de Al Qaida, AQPA aprovechó el debilitamiento del poder en Saná debido a la revuelta contra el presidente Alí Abdalá Saleh desde enero, para reforzar su presencia en el sur y el este de Yemen.
A fines de mayo, cientos de combatientes que se declararon "Partidarios de la Charia", vinculados a AQPA, tomaron el control de Zinjibar, la capital de la provincia sudista de Abyan. Incluso si el ejército anunció la liberación de la ciudad a comienzos de septiembre, los combates continúan.
Y en ciertos localidades del sur, AQPA practica ahora su propia justicia, ejecutando a los homicidas y amputando la mano a los ladrones.
Para algunos expertos, la muerte de Anwar al Aulaqi debilita la organización, al menos por el momento. "De todas maneras, la muerte de este teórico debilita a AQPA. Esto obligará a los otros dirigentes del grupo a revisar sus cálculos y sus tácticas", destacó MOhamed Said Haidar, otro especialista yemení.
"No creo que esos dirigentes sean capaces de vengar la muerte de Aulaqi, al menos antes que reorganicen sus filas", estimó.
AQPA está dirigida por Nasser al-Wahishi, un yemení que junto a 220 otros militantes se escapó de la prisión en 2006: Su adjunto es el saudí Said al-Shihri, liberado del campo de detención de Guantánamo en 2007.
Para el centro estadounidense de vigilancia de grupos extremistas IntelCenter, "la muerte de Aulaqi afectará en particular la capacidad del grupo para reclutar y recolectar fondos", dada la influencia que tenía el imán ante numerosos potenciales apoyos de AQPA.
Considerado por Estados Unidos como una amenaza tan importante como era Bin Laden, Para Washington Aulaqi era sospechoso de tener vínculos con los autores de un fallido atentado contra un avión de línea estadounidense en la Navidad de 2009 y de un tiroteo que dejó 13 muertos en la base de Fort Hood (Texas) en noviembre de 2009.
Además de su capacidad para reclutar, Aulaqi era conocido por sus llamamientos lanzados en inglés a través de internet, que le dieron una notoriedad mayor en el exterior que dentro de Yemen.
El viernes, Barack Obama afirmó que la muerte de Aulaqi era "un muy duro golpe asestado a la rama más activa de Al Qaida" y que marcaba "una nueva etapa importante en el esfuerzo global iniciado para vencer a Al Qaida".
Pero AQPA sigue siendo "una organización peligrosa" advirtió el presidente estadounidense.
Presentada por Washington y Saná como un éxito mayor de la lucha contra AQPA, la eliminación mediante un ataque aéreo del imán radical yemení-estadounidense solo tendrá un impacto relativo sobre esta rama de la red terrorista, según un especialista.
"Al Qaida existía antes de Aulaqi y seguirá después de su muerte. Aulaqi solo le aportó su capacidad para hablar inglés y para comunicar con el exterior", destacó Nabil al Bakiri, especialista yemení de los grupos islamistas.
En efecto, en el momento en que el mundo conocía el viernes la muerte de este enemigo público de Estados Unidos, AQPA publicó un comunicado reivindicando una serie de operaciones en septiembre que habrían dejado más de 140 muertos entre las fuerzas del orden en el sur de Yemen.
Nacida de la fusión de las ramas yemení y saudí de Al Qaida, AQPA aprovechó el debilitamiento del poder en Saná debido a la revuelta contra el presidente Alí Abdalá Saleh desde enero, para reforzar su presencia en el sur y el este de Yemen.
A fines de mayo, cientos de combatientes que se declararon "Partidarios de la Charia", vinculados a AQPA, tomaron el control de Zinjibar, la capital de la provincia sudista de Abyan. Incluso si el ejército anunció la liberación de la ciudad a comienzos de septiembre, los combates continúan.
Y en ciertos localidades del sur, AQPA practica ahora su propia justicia, ejecutando a los homicidas y amputando la mano a los ladrones.
Para algunos expertos, la muerte de Anwar al Aulaqi debilita la organización, al menos por el momento. "De todas maneras, la muerte de este teórico debilita a AQPA. Esto obligará a los otros dirigentes del grupo a revisar sus cálculos y sus tácticas", destacó MOhamed Said Haidar, otro especialista yemení.
"No creo que esos dirigentes sean capaces de vengar la muerte de Aulaqi, al menos antes que reorganicen sus filas", estimó.
AQPA está dirigida por Nasser al-Wahishi, un yemení que junto a 220 otros militantes se escapó de la prisión en 2006: Su adjunto es el saudí Said al-Shihri, liberado del campo de detención de Guantánamo en 2007.
Para el centro estadounidense de vigilancia de grupos extremistas IntelCenter, "la muerte de Aulaqi afectará en particular la capacidad del grupo para reclutar y recolectar fondos", dada la influencia que tenía el imán ante numerosos potenciales apoyos de AQPA.
Considerado por Estados Unidos como una amenaza tan importante como era Bin Laden, Para Washington Aulaqi era sospechoso de tener vínculos con los autores de un fallido atentado contra un avión de línea estadounidense en la Navidad de 2009 y de un tiroteo que dejó 13 muertos en la base de Fort Hood (Texas) en noviembre de 2009.
Además de su capacidad para reclutar, Aulaqi era conocido por sus llamamientos lanzados en inglés a través de internet, que le dieron una notoriedad mayor en el exterior que dentro de Yemen.
El viernes, Barack Obama afirmó que la muerte de Aulaqi era "un muy duro golpe asestado a la rama más activa de Al Qaida" y que marcaba "una nueva etapa importante en el esfuerzo global iniciado para vencer a Al Qaida".
Pero AQPA sigue siendo "una organización peligrosa" advirtió el presidente estadounidense.
AFP