Las entidades financieras avanzan en la implementación de la tecnología chip en el negocio de las tarjetas, un paso con el que se espera disminuir sensiblemente el fraude electrónico, reducir el uso del efectivo y, en una segunda etapa, contar con herramientas novedosas para segmentar la clientela.
Al cierre de septiembre los venezolanos ya tienen en sus carteras 7,6 millones de tarjetas de débito con chip y 4,04 tarjetas de crédito. La Superintendencia de Bancos ha otorgado plazo hasta el 31 de diciembre de este año para que las entidades migren a esta modalidad.
A diferencia de las tarjetas con bandas magnéticas, que son copiadas por delincuentes, al menos por ahora, el chip no puede ser clonado y por tanto una vez culmine la sustitución de los plásticos, los reclamos porque "me quitaron dinero de la cuenta" o "en mi factura hay una cantidad de gastos que no hice" deberían disminuir.
"A través de la incorporación de este mecanismo de seguridad se pretende reducir en un 90% los fraudes electrónicos por concepto de clonación. Una de sus principales ventajas es la protección de los datos confidenciales y financieros del cliente, lo cual eleva el nivel de seguridad y ofrece mejores condiciones para incentivar los medios electrónicos de pago", dice la Superintendencia.
Básicamente la tarjeta con chip posee una pequeña computadora que incrementa la seguridad de las transacciones y reduce el fraude porque hace muy complicada la falsificación.
Para que los clientes tengan mayor seguridad los bancos no solo deben cambiar los plásticos, también los cajeros automáticos y los puntos de venta, necesitan ser adaptados a la tecnología chip.
La Superintendencia de Bancos indica que ya están en funcionamiento 6.195 cajeros automáticos compatibles con chip y 239.755 puntos de venta.
¿Cómo reconocerlos? Los cajeros automáticos que tienen tecnología chip son aquellos donde la tarjeta es retenida mientras se introduce el PIN, que es la combinación de números que sólo conoce el usuario.
En los puntos de venta adaptados la tarjeta no se desliza, como ocurre en el sistema de bandas magnéticas, sino que se introduce en una ranura.
Los bancos, en caso de que haya problemas de línea o fallas de luz, están en capacidad de permitir que las operaciones se efectúen hasta determinados montos.
(El Universal