Cabellera dorada, labios carmesí y diminutos pero llamativos atuendos fue la carta de presentación de Britney Spears que con determinación y sin desvíos se presentó por primera vez en Venezuela con su show The Femme Fatale Tour. La cantante ametralló al público con sus grandes éxitos y temas de su última producción discográfica. Reinaron los beats futuristas, las luces incandescentes, un set de sensuales y diestros bailarines, y mucho meneo y coquetería.
Cuando la gente se compara con los tiempos en que tenían 18 años, el resultado puede ser vergonzoso, y sin duda la madre dos niños y cantante de “Hold It Against Me” no puedo competir con la jovencita que quería comerse al mundo con el tema “…Baby One More Time”. Y por fortuna no lo intenta, Britney sin apología se apoya en sus fortalezas de hoy (temas bailables, carisma y mucho batir del pelo) y desecha las del pasado (coreografías elaboradas) para salir victoriosa de una gira de conciertos que ha recorrido Norteamérica, Europa y Sudamérica con éxito en la boletería y aceptación del público.
Durante hora y media de espectáculo, con una veintena de canciones, Spears se convirtió en una espía internacional con diferentes cambios de vestuarios y ambientaciones que mantenían en vilo a la audiencia. Se convirtió en una diosa griega para los temas “Gimme More” y “Don’t Let Me Be The Last To Know”, rindió tributo a Marilyn Monroe durante la presentación de “If U Seek Amy”, y viajó a Japón para interpretar “Toxic” entre guerreros ninjas y geishas.
Si cantó mucho o poco, al público no pareció importarle: era difícil discernir cuando el micrófono estaba encendido entre los gritos ensordecedores, y la muletilla del playback en un concierto pop no es noticia tampoco (mucho menos en uno de Britney). La validez de un concierto de Britney Spears nunca ha estado en la destreza vocal sino en el valor agregado que ha construido en más de una década de carrera, la mayoría de los asistentes crecieron con ella, la han visto triunfar, la han visto caer (incluso le han visto más allá de las pantaletas) y la han visto triunfar nuevamente.
“Thank you, Venezuela, I love you”, aseguró la rubia al cerrar el concierto en su apretada agenda, la cantante tenía un vuelo reservado rumbo a México a pocas horas de terminar el recital. Y por las caras de emoción en las colas para salir del recinto y las cientos de críticas en Twitter, todos quedaron pidiendo más de la cantante, ojalá el asteroide Spears vuelva una vez más y golpee con más fuerza.