Yo no me voy a dar mala vida”, expresó el presidente de la República, Hugo
Chávez, ante los deseos “necrofílicos” de quienes él asegura que desean
su muerte.
El primer mandatario dijo que “hay quienes siguen diciendo que yo
estoy disimulando, haciendo un esfuerzo muy grande” por
aparentar un buen estado de salud. “Que allá en Mercosur me echaban
aire y me ponían oxígeno en el avión”, comentó entre risas, al tiempo en que
aseguraba que “afortunadamente todo eso es falso”.
“Ya eso es necrofilia. Yo me moriré cuando Dios lo decida“,
reiteró el jefe de Estado, quien se mostró complacido por terminar el año “con
la voluntad de vivir incrementada”.
Chávez agradeció a su familia y a los ministros por el esfuerzo que hicieron
durante los meses en los que vivió una fuerte batalla contra el cáncer. Asimismo
extendió su gratitud hacia la población que oró por su sanación.
“Estoy
en las mejores condiciones que jamás me habría imaginado hace seis
meses“, puntualizó.