(dpa) – La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, no se reunirá con los disidentes cubanos durante la visita oficial que realizará a La Habana a partir del martes próximo, aseguraron hoy medios de prensa de Brasil, en base a informaciones de asesores del gobierno.
Rousseff “no pretende incluir en su agenda el pedido de audiencia hecho por opositores” del régimen de Raúl Castro, aseveró hoy la agencia brasileña Estado.
Una de las principales voces de la disidencia cubana, la bloguera Yoani Sánchez, admitió, en una entrevista que publica hoy el diario brasileño “Folha de Sao Paulo”, quetiene escasas esperanzas de reunirse con Rousseff en la semana próxima.
“Hasta ahora no hay señal alguna (de que se concrete el encuentro). Creo que no habrá espacio”, expresó Sánchez, quien la semana pasada pidió formalmente el apoyo de Rousseff para obtener de las autoridades cubanas el permiso para viajar a Brasil para el lanzamiento de una película documental en la que es una de las entrevistadas.
Días después, la Cancillería brasileña anunció en un comunicado la concesión de un visado de entrada para la bloguera, lo que, según fuentes del gobierno consultadas por la agencia Estado,representó “un gesto público fuerte”.
“Asesores de la presidenta aseguran que recibir a los opositores sería un ataque directo al régimen cubano, lo que obstaculizaría el buen rendimiento de la visita”, agregó el informe.
Según la agencia Estado, aunque no hará referencias directas a la situación de los derechos humanos durante la visita, Rousseff aprovechará sus discursos “para elogiar la apertura comercial cubana, diciendo que ve con buenos ojos la iniciativa y que Brasil se alegre de poder contribuir a mejorías en la isla”.
“En la evaluación de asesores de Dilma, esta es una forma ‘más eficiente’ de apoyar y sugerir más cambios y la modernización en el país”, afirma el texto.
Asesores del gobierno aseveraron que, a ejemplo de su antecesor, Luiz Inacio Lula da Silva, Rousseff aprovechará la visita para reiterar la demanda de suspensión del embargo económico de Estados Unidos a Cuba.
Además, anunciará la aprobación de las dos últimas cuotas de 380 millones de dólares del financiamiento para la conclusión de la reforma del puerto de Mariel -realizada por la constructora brasileña Odebrecht- y el anuncio de una línea de crédito comercial para financiar la importación por Cuba de equipos agrícolas brasileños.
