Consumir alcohol en exceso puede dañar de manera irreversible el
desarrollo del cerebro de los menores de 25 años, edad en la que
terminan de madurar, sostiene un estudio del Centro de Investigación Príncipe
Felipe de España.
El estudio también encontró que los jóvenes que beben licor a una temprana
edad (13 años), tienen mayores posibilidades de llegar a ser
alcohólicos y adictos a otras sustancias, según indica el sitio web 20
minutos.es.
Los expertos señalan que los daños neuronales que se producen durante esa
etapa de maduración y desarrollo son "irreversibles", pues se producen
en regiones implicadas en la memoria y el aprendizaje, como son el
hipocampo y la región prefrontal.
Por ello, los adolescentes con altos índices de consumo concentrado
en poco tiempo tendrán problemas en el medio escolar y también en la
conducta ya que se ha constatado que se vuelven más agresivos, agregaron.