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miércoles, 1 de febrero de 2012

Presentan cargos por fraude contra tres exempleados del banco Credit Suisse en EE UU


(EFE).- La Fiscalía de Nueva York presentó hoy cargos contra tres antiguos empleados del banco suizo Credit Suisse en Estados Unidos acusados de lucrarse de un fraude en relación a derivados sobre hipotecas “subprime” o de alto riesgo.
Dos de los acusados, David Higgs y Salmaan Siddiqui, que se entregaron hoy al FBI, se declararon culpables, mientras el tercero, Kareem Seralgedin, fue procesado a la espera de que pueda ser arrestado en el Reino Unido, donde reside.
Los tres se enfrentan a varios cargos por delitos de conspiración para falsificar documentos y fraude bancario al haber inflado el valor de derivados sobre hipotecas “subprime” para aumentar sus bonificaciones personales, creando así un agujero de más de 5.000 millones de dólares.
Ese desajuste obligó al Credit Suisse a devaluar sus préstamos en 2.650 millones de dólares en 2008, cuando se conocieron los hechos.
“Cuando el mercado inmobiliario se encontraba en caída libre y la economía se tambaleaba, los acusados decidieron que estaban por encima del mercado y de la ley”, indicó en un comunicado el fiscal neoyorquino, Preet Bahrara.
Bahrara añadió que de esa manera “ocultaron más de 5.000 millones de dólares en pérdidas relacionadas con hipotecas de alto riesgo para asegurarse unos buenos ingresos al mismo tiempo que mucha gente estaba perdiendo su casa y su trabajo”.
Entre finales de 2007 y principios de 2008, Seralgedin era el supervisor de Higgs y Siddiqui en las oficinas de Credit Suisse en Londres y Nueva York, donde los tres llevaron a cabo el fraude hasta que éste fue destapado por los auditores de la entidad financiera.
Credit Suisse anunció el 19 de febrero de 2008 que iba a devaluar algunos préstamos hipotecarios tras descubrir que su valor había sido manipulado de forma irregular por un grupo de trabajadores, que fueron suspendidos o despedidos
El valor total de la devaluación llegó a 2.650 millones de dólares y la entidad financiera con sede en Zúrich declinó entonces divulgar la identidad de sus empleados implicados en el fraude.
La medida para compensar a los afectados provocó que el banco suizo registrara en el segundo trimestre de 2008 una pérdida neta de 2.100 millones de francos (1.301 millones de euros), sobre todo por el impacto de la crisis de las hipotecas “subprime” en EE.UU..
Higgs y Siddiqui se enfrentan a una pena máxima de cinco años de prisión y una sanción de 250.000 dólares o el doble del dinero que ganaron al cometer el delito, mientras Seralgedin -sobre el que pesan más cargos- podría pasar hasta 25 años entre rejas y pagar una multa de 5 millones de dólares.