Dpa) El capitán del barco Costa Concordia, naufragado frente a costas italianas el 13 de enero, continuará en arresto domiciliario, después de que un tribunal de Florencia rechazara hoy la petición de la Fiscalía, que reclamaba que Francesco Schettino entrara en prisión preventiva.
La corte rechazó también la petición de la defensa de Schettino, que reclamaba que su cliente quedase en libertad.
El capitán es sospechoso de homicidio imprudente, de provocar el accidente y de abandonar el crucero durante la evacuación nocturna.
Desde el naufragio el 13 de enero se han recuperado 17 cadáveres, mientras 15 personas continúan desaparecidas. El mal tiempo obligó a interrumpir los preparativos para bombear las alrededor de 2.300 toneladas de combustible que se cree que continúan en los tanques del barco.