AFP) Miles de funcionarios se manifestaron este martes en las calles de Madrid bajo la consigna “lo público es de todos ¡no a los recortes!” contra las nuevas medidas de austeridad previstas por el gobierno conservador regional.
Entre estruendo de tambores y trompetas, desfilaron por el centro de la capital gritando eslóganes como “¡Los servicios públicos no se venden!”.
“Si maltratan a los trabajadores públicos, lo que sufre es todo el bienestar social”, afirma Javier Figueroa, de 43 años, administrativo en la consejería madrileña de cultura y representante del sindicato UGT.
“Han recortado salarios, han aumentado la jornada laboral, los derechos laborales se han recortado; toda la protección social está en peligro, en educación, en sanidad”, agrega.
Los principales sindicados convocaron esta manifestación para protestar contra las medidas de austeridad previstas en el presupuesto de 2012 de la Comunidad Autónoma de Madrid, dirigida por el Partido Popular (PP), que también controla el gobierno central desde diciembre.
Javier, un bombero que prefiere no dar su apellido, asegura que los recortes afectan “a la seguridad de los ciudadanos”.
“No hay presupuesto para comprar herramientas y reparar los vehículos”, denuncia.
Los sindicatos aseguran que el nuevo plan se traducirá en un aumento de la jornada laboral para los 170.000 funcionarios de la región, pasando de 35 a 37,5 horas semanales.
Y afirman que esta medida conllevará la destrucción de puestos de trabajo, citando por ejemplo el sector de la salud pública, que emplea a más de 78.000 personas en la región, donde podrían desaparecer miles de puestos interinos.
“Los hospitales están a medio funcionamiento porque no hay personal“, afirma Dolores Escrivano, auxiliar de enfermería de 57 años. “Hay 7.000 trabajos públicos que quieren quitarse”, denuncia esta manifestante.
Según los sindicados, también las bajas por enfermedad estarán menos indemnizadas, con pérdidas de sueldo que pueden llegar a 500 euros mensuales.
Ya en 2011, la comunidad autónoma de Madrid, como otras regiones del país gobernadas por la derecha, se había visto obligada a aplicar las primeras medidas de austeridad, que afectaron principalmente a la educación y provocaron grandes manifestaciones.