La parte del cerebro humano que procesa el
habla se encuentra localizada en una sección diferente a la que se creía, de
acuerdo con un estudio estadounidense publicado este lunes, por lo que los
científicos señalaron la necesidad de actualizar los textos
médicos.
Durante mucho tiempo, se creyó que el área de Wernicke, que
lleva el nombre del neurólogo alemán que la definió a finales de los años 1800,
se localizaba en la parte posterior de la corteza cerebral, detrás de la corteza
auditiva, que procesa los sonidos.
Pero un estudio científico del Centro
Médico de la Universidad de Georgetown, en Washington, que tomó en cuenta más de
100 resonancias magnéticas, mostró que el área de Wernicke está tres centímetros
más cerca de la parte frontal del cerebro y que se encuentra delante de la
corteza auditiva, y no detrás como se creía.
"Los libros de texto deben
ser actualizados", dijo el profesor de neurociencias Josef Rauschecker,
principal autor del estudio, que fue publicado en la revista Proceedings of the
National Academy of Sciences.
Rauschecker y sus colegas basaron su
investigación en 115 estudios previos que investigaron la percepción del habla y
usaron ya sea imágenes de resonancia magnética (IMR) o tomografías por emisión
de positrones (PET por su sigla en inglés).
Un análisis de las imágenes
cerebrales del estudio arrojó la nueva localización del el área de Wernicke,
dando una nueva perspectiva para tratar a los pacientes que sufren de daño
cerebral o embolia.
"Si un paciente no puede hablar o entender el
lenguaje, ahora tenemos una buena pista sobre el lugar en el que el daño se
produjo", dijo Rauschecker.
El descubrimiento aporta además inquietantes
interrogantes sobre los origenes del lenguaje de los humanos y los primates,
cuya zona cerebral de procesamiento del lenguaje se sitúa en la misma zona que
la nueva área de Wernicke de los humanos.
"Estos hallazgos sugieren que
la arquitectura y el procesamiento entre las dos especies es más similar de lo
que la gente creía", dijo Rauschecker.
Otro de los principales autores
del estudio, Iain DeWitt, un candidato a doctorado del Programa
Interdisciplinario de Neurociencias de la Universidad de Georgetown, dijo que el
estudio confirma lo que otros han hallado desde que fue posible realizar
imágenes cerebrales a principios de los años 90.
"La mayoría de los
expertos en imágenes cerebrales se rehusaban a contradecir un siglo de
conocimientos con base en lo que entonces era una metodología relativamente
nueva", dijo.
"El objetivo de nuestro estudio es impulsar la
reconciliación entre la información (disponible) y la teoría",
concluyó.
AFP