Científicos australianos constituyeron un
precioso banco de esperma con la esperanza de asegurar el futuro de la Gran
Barrera de Coral, en peligro debido al cambio climático.
Unos 70 mil
millones de espermatozoides y 22 mil millones de embriones coralianos sumergidos
en nitrógeno líquido, a -196 grados Celsius, están conservados así en el
zoológico de Dubbo, al este de Nueva Gales del Sur, en las puertas del desierto
australiano.
"Sabemos que la Gran Barrera de Coral corre un enorme
peligro, debido a varios fenómenos a escala mundial como el cambio climático, la
acidificación de los océanos y el calentamiento del agua", explicó la
responsable del proyecto, Rebecca Spindler.
"Los próximos cinco años
serán cruciales para preservar la barrera y capturar el máximo de diversidad
genética", advirtió.
Su equipo trabaja con Mary Hagedorn, investigadora
en el seno de un gran organismo científico público estadounidense, el
Smithsonian Institute, para recoger y congelar muestras de la Gran
Barrera.
Con el fin de reunir el mayor número posible de células
reproductivas (gametos), los científicos recolectaron porciones enteras de la
barrera antes de sumergirlas en estanques, en la tierra, esperando febrilmente
el periodo de reproducción que sólo se da tres días por año.
Expertos del
Australian Institute of Marine Science (Instituto Oceanográfico de Australia)
devolvieron luego esas porciones al mar, literalmente pegándolas de nuevo en su
lugares de origen.
Los científicos esperan constituir una verdadera
reserva genética de especies coralinas si no sobreviven al calentamiento
climático, a la contaminación, al dragado o a las inclemencias del tiempo, en
particular los huracanes.
El esperma y los embriones conservados en Dubbo
podrían permitir la reconstitución in vitro del coral, el cual sería luego
implantado de nuevo en su medio natural para reproducirse y reconstituir la
barrera. Una esperanza "realista" de aquí a algunos años, según Rebecca
Spindler.
"Los corales son verdaderamente una especie única en el mundo,
diferente de todo otro organismo, porque presentan dos tipos de reproducción
variadas -sexuada (por puesta de huevos) y asexuada", constató la bióloga Nana
Satake.
La reproducción asexuada se efectúa por fragmentación (separación
de un trozo de coral), y luego por "trasplante" o fijación más lejos en la roca,
donde el fragmento dará origen a una nueva colonia.
La Gran Barrera,
registrada como patrimonio mundial de la UNESCO, se extiendo por unos 345.000
km2 a lo largo de las costas australianas y constituye el más amplio conjunto
coralino del mundo.
Contiene 400 especies de corales, 1.500 especies de
peces, 4.000 especies de moluscos y numerosas especies en peligro como el dugong
(mamífero marino herbívoro) y la gran tortuga verde.
Ademas de su
biodiversidad marina, Australia quiere mantener una fuente importante de
ingresos que cada año significa para la industria turística seis mil millones de
dólares australianos (6.300 millones de dólares US, 4.800 millones de
euros).
Por otra parte, esta industria tiene un impacto benéfico para la
barrera, gracias a las infraestructuras que atenúan el efecto de las olas e
impiden, localmente, los maremotos.
"Ecológica, económica y socialmente,
no podemos permitirnos perder la barrera", concluyó Rebecca Spindler.
AFP