Uno de los objetivos fijos de la delincuencia en el país hoy en día, han resultado ser los conductores de autobuses y camionetas por puesto. Robos, extorsiones y secuestros son algunos de los flagelos que afrontan todos los días los transportistas en Venezuela.
Según reseñó el Diario 2001, durante los tres primeros meses del presente año, han muerto aproximadamente 62 trabajadores del volante a manos de la delincuencia y es que, la violencia no media palabras, si alguno intenta resistirse al robo puede terminar asesinado él o en el mejor de los casos uno de sus pasajeros.
A raíz de esta situación, los transportistas se han visto en la necesidad de pagar hasta 100 mil bolívares en vacunas a los asaltantes para intentar evitar ser víctimas del hampa.
Según los números manejados por la Central única de Autos Libres y por Puesto, en el Sistema Nacional de Transporte Público de Caracas han asesinado a 15 choferes, la mayoría en el municipio Libertador de Caracas.