La Audiencia Provincial de Madrid celebra un juicio contra Cortés, su hermana Mariana y su exapoderado Alfonso Durán, para quienes la acusación particular que ejerce un grupo de empresarios argentinos pide 10 años, 8 años y medio y 11 años de prisión, respectivamente, por delitos de apropiación indebida y estafa.
La Fiscalía considera que no hay delito en la actuación de los tres acusados, por lo que no solicita ningún tipo de pena para ellos.
Otro juzgado de Madrid condenó a un año de prisión al bailaor, así como a su hermana y Alfonso Durán, al considerar probado que en 1998 destinaron la inversión de casi cien millones de pesetas (unos 700.000 euros o 880.000 dólares) de los empresarios argentinos a otros fines; esta sentencia fue anulada por defectos de forma por la Audiencia Provincial de Madrid, por lo que el juicio se repetirá hoy.
Cortés, que eludió hacer declaraciones a su llegada al juzgado, fue el primero de los acusados en declarar, e insistió en que no sabía nada de las operaciones de la sociedad Zigana, participada por Gaviota Morena S.L., de la que era administradora única la hermana del bailaor, Mariana Pedraja, y la empresa G. Sport, propiedad de los socios argentinos.
El bailaor explicó que conocía a estos inversores argentinos, aunque ha negado que tuviera una relación "familiar" con ellos.
Al ser preguntado si les propuso a estos en Brasil un negocio para abrir un local en Madrid, recordó que "como artista" viaja a multitud de países y conoce "a gente por todo el mundo".
Por eso, dijo, pudo "hablar y decir que tenía ganas de crear algo", para, posteriormente, agregar que "en su momento, a lo mejor" quiso "plantear un espacio cultural" para aportar "sus conocimientos como artista".
El artista añadió que ha expuesto "muchos proyectos" a lo largo de su vida, y reiteró que no tenía "ni idea" de los movimientos de las cuentas de las sociedad Zigana o Gaviota Morena.
EFE