Reuters) – La posible decisión de la firma petrolera española Repsol de dejar Cuba después de que 12 años de búsqueda por petróleo sólo produjeron pozos secossería un golpe devastador y posiblemente irrecuperable para las esperanzas de la isla comunista de hallar crudo, dijeron el miércoles expertos.
Su legado de fracaso envía una desalentadora señal sobre Cuba a la industria petrolera y su partida, que aún no es oficial pero parece casi segura, dejará al país caribeño sin la compañía que ha liderado los esfuerzos por explorar sus aguas.
“Ellos han estado allí desde el 2000, así que creo que Repsol ha actuado más allá del cumplimiento del deber. Ninguna otra compañía que conozca habría tenido la permanencia que ha tenido Repsol”, dijo el experto sobre petróleo en Cuba Jorge Piñón de la Universidad de Texas en Austin.
Cuba dice que podría tener 20.000 millones de barriles de petróleo en sus campos en altamar, que ofrecen la promesa de poner fin a sus crónicos problemas económicos y a su dependencia del petróleo venezolano.
Bajo el gobierno del presidente Hugo Chávez, el aliado más cercano de Cuba, Venezuela envía a la isla unos 115.000 barriles de crudo al día en un acuerdo de intercambio de petróleo por servicios, pero su lucha contra el cáncer y la carrera para las elecciones de octubre han subrayado la frágil naturaleza del acuerdo.
Repsol anunció el 18 de mayo que pozo en los Cayos de Florida cerca de La Habana resultó seco, luego de su primer intento sin éxito en la misma zona en el 2004. Sólo hay pozos en altamar perforados en Cuba.
El martes, el presidente de Repsol Antonio Brufau dijo en una conferencia de prensa en Madrid que es “casi seguro” que la compañía no volverá a perforar en Cuba, donde ha gastado cerca de 150 millones de dólares durante sus 12 años de trabajo.
Una decisión oficial debería conocerse la próxima semana, Statoil y la india ONGC Videsh, dijo una fuente india.
El retiro desde Cuba fue provocado en parte por los planes financieros de Repsol para recuperarse de la reciente expropiación de la petrolera estatal argentina YPF, que fue comprada por la firma española en 1999.
LA MEJOR ESPERANZA
Actualmente, la mejor esperanza para la industria petrolera de Cuba en altamar es un pozo recientemente iniciado por la estatal de Malasia Petronas y la rusa Gazprom Neft a unos 160 kilómetros al oeste de La Habana.
Ellos están usando la misma plataforma Scarabeo 9, construida en China, que Repsol contrató a la firma italiana de servicios petroleros Saipem.
Otros pozo seco “podría ser el final del juego para los cubanos. Ellos ya tienen un strike en su contra”, dijo Jonathan Benjamin-Alvarado, un experto sobre Cuba en la Universidad de Nebraska en Omaha.
La venezolana PDVSA tiene previsto recibir la Scarabeo 9 después para un pozo al oeste del lugar de Petronas.
La plataforma es utilizada por las diferentes compañías porque es una de las pocas plataformas de perforación en altamar que no viola los límites de uso de tecnología de Estados Unidos bajo el prolongado embargo comercial de Washington contra Cuba.
Debería permanecer en Cuba hasta julio del 2013, aunque podría regresar antes.
Repsol, que accedió a las licitaciones de bloques cubanos en altamar por primera vez en el 2000, usó una de las otras plataformas disponibles en el 2004 para su otro pozo, luego buscó durante años hasta que halló la Scarabeo 9, que estaba en construcción en China.
Debió esperar para que se completara la postergada construcción y entrega de la plataforma, se vio sometida a los prejuicios de la oposición cubana exiliada en Estados Unidos, tuvo que aliviar las preocupaciones medioambientales de Washington sobre un posible derrame y luchar con la burocracia cubana para dar marcha al proyecto.
Es poco probable que otra empresa realice un esfuerzo similar para perforar en Cuba, principalmente por razones económicas, dijo Piñón.
Con los altos costos de la exploración, las compañías petroleras prefieren gastar su dinero en lugares que son conocidos por el potencial de grandes pozos petroleros, en lugar de zonas fronterizas como Cuba, con posibilidades desconocidas, afirmó.
“Las compañías se van o se mantienen lejos de Cuba, no porque no haya petróleo, sino porque no es lo suficientemente grande (en términos de la cantidad potencial de crudo)”, sostuvo.
Si bien Cuba dice que tiene 20.000 millones de barriles de crudo en sus costas, el Servicio Geológico de Estados Unidos estima que son apenas 5.000 millones de barriles.
Cuba suma además la desventaja del embargo de Washington, que aumenta los costos entre un 12 a un 22 por ciento porque todo tiene que ser enviado desde lejos, no desde el cercano Estados Unidos, dijo Piñón.
A pesar de los problemas, Benjamin-Alvarado cree que si Petronas tiene éxito, eso podría producir una ola de exploración en aguas cubanas.
“Hay petróleo allí, sólo es cosa de hallarlo”, dijo. “Si hablas con gente del sector petrolero con detalle, lo que entenderás es que siempre vale la pena el riesgo. Hay quienes asumen riesgos, quienes creen que el que no arriesga no gana”, agregó.