España confía en que Cristina Fernández asista a la cumbre de Cádiz
El Gobierno español confía en que la presidenta argentina, Cristina Fernández, "pueda venir" a la Cumbre Iberoamericana que se celebrará el 16 y 17 de noviembre en la ciudad de Cádiz, dijeron hoy fuentes diplomáticas.
"El mensaje que queremos enviar es que será muy bienvenida y queremos que venga a Cádiz, que se sienta bienvenida y que se le dará la acogida más cálida", señalaron las fuentes, que consideran que esa reunión "es el foro ideal para que podamos dirimir nuestras diferencias".
Muchos de los dirigentes de los países latinoamericanos ya han confirmado su intención de participar en la reunión, pero algunos como la presidenta argentina todavía no lo han hecho.
La dudas sobre la asistencia de la mandataria surgieron a raíz de la crisis originada por la expropiación de las acciones de Repsol en la petrolera argentina YPF el pasado mes de abril, que causó el malestar y la protesta del Gobierno español, que la consideró "hostil" y afirmó que rompía "el clima de cordialidad y amistad".
Las fuentes diplomáticas dijeron hoy desconocer que Argentina esté supuestamente promoviendo un eventual boicot a la cumbre de Cádiz entre otros países latinoamericanos y aseguraron, por el contrario, que tienen indicaciones de la Cancillería de ese país de "colaborar en todo lo posible".
Aseguraron asimismo que España espera contar con representantes argentinos en las próximas reuniones ministeriales preparatorias de la cumbre.
En este contexto, destacaron que en el último encuentro preparatorio, que reunió en Madrid el pasado 29 de mayo a los ministros de Fomento (infraestructuras), Argentina estuvo representada por "un alto funcionario de la Cancillería", mientras que en la precedente había enviado a su embajador en Madrid.
España quiere impulsar la renovación de las cumbres iberoamericanas para adaptarlas a los cambios registrados desde su creación en 1991, ya que ahora "es otra realidad" la que vive la región.
Entre los cambios que se estudian está la posibilidad de que estas reuniones se celebren cada dos años en lugar de anualmente.
"Se trata de repensar cuál es el mejor papel que se le puede otorgar", afirmaron hoy fuentes diplomáticas, que puntualizaron que la idea de hacerlas bienales "es compartida por muchos países", por lo que España, como presidencia pro témpore, "tendrá que facilitar un consenso sobre el tema" y ver "si es una de las mejores soluciones para adaptarse a la nueva realidad".
En todo caso, aunque la cumbre de Cádiz apruebe convertir en bienales estas reuniones, no se pondría en práctica hasta después de la prevista en Panamá, el próximo año.
Las fuentes diplomáticas rechazaron la idea de que el cónclave iberoamericano que se celebrará en España pueda suponer una prueba de fuego para la continuidad de estas cumbres en función de la asistencia de un mayor o menor número de mandatarios, tras las numerosas ausencias de la última cita de Asunción.
"Lo que queremos es que venga el mayor número posible", pero su éxito o fracaso no se puede valorar solo por la cifra de asistentes, sino también por su contenido, aseguraron.
En este contexto, destacaron que la cumbre iberoamérica tiene ya un recorrido, un acervo y una serie de acuerdos que repercuten sobre poblaciones de varios países y "ya es más que un club".
Para el encuentro de Cádiz, España ha planeado varios encuentros ministeriales previos que incluyen también reuniones con la participación de altos directivos de las principales empresas de ambos lados del Atlántico.