EFE).- Las ruidosas protestas con cacerolas en las calles de Buenos Aires volvieron hoy a registrarse, por tercera semana consecutiva, con manifestantes que reclaman cambios en las políticas de la presidenta argentina, Cristina Fernández.
El nuevo “cacerolazo” fue convocado a través de las redes sociales y del sitio de internet Argentinos Indignados, donde se convoca a protestar “sin violencia” ni “banderías políticas”.
Las protestas se iniciaron en algunos barrios de la capital argentina y también se trasladaron, como la semana pasada, a la Plaza de Mayo, frente a la sede del Ejecutivo argentino, donde varias decenas de personas, según imágenes de la televisión local, acudieron con banderas argentinas.
Medios locales también reportaron algunas protestas en ciudades del interior del país.
“Queremos que nos escuchen… y actúen en consecuencia”, piden los convocantes a la protesta desde Internet, donde dicen “basta” a la “inseguridad, la corrupción, el corte de libertades y las mentiras”.
Las manifestaciones se iniciaron hace tres semanas, con foco en las restricciones impuestas por el Fisco a la compra de dólares, aunque ahora las demandas son más amplias e incluyen protestas contra las trabas al comercio exterior, contra la “impunidad”, el “autoritarismo” y las políticas sociales.
Cristina Fernández, de viaje oficial en Nueva York, obtuvo en octubre pasado su reelección, con el 54 por ciento de los votos.
Según una encuesta de la consultora privada Management & Fit difundida esta semana, mientras en octubre pasado el nivel de aprobación de la gestión de Fernández era del 64,1 por ciento, mientras que ahora es del 42,1 por ciento.
Como contrapartida, a inicios de este mes un 50,4 por ciento de los encuestados desaprobó sus políticas, mientras que en octubre pasado el nivel de desaprobación era 29,4 por ciento.