AFP-Solitario George murió ayer y con él se terminó una especie de tortuga gigante galápago, la Geochelone abingdoni, oriunda de la isla Pinta, de donde fuera rescatado en 1972. La comunidad científica se esforzó, en vano, para conseguir que se reproduzca y deje su descendencia.Su cuerpo será disecado para ser exhibido.
El cadáver de Solitario George fue encontrado en la mañana por el guardabosque Fausto Llerena, quien vio el cuerpo del animal "en una posición como si se hubiera estado dirigiendo al bebedero de agua".
Las causas de la muerte de la tortuga se conocerán luego de que se realice la necropsia respectiva, señala el reporte del Parque Nacional Galápagos.
"Con la muerte de esta tortuga se extingue la especie de la isla Pinta", acotó el reporte del Parque Nacional Galápagos (PNG).
Desaparición de las tortugas gigantes
Cuando George fue hallado en la isla Pinta, en 1972, se creía que la especie de tortugas de esta isla, la Geochelone abingdoni, estaba totalmente extinta. No obstante, él era el único sobreviviente de esa familia, cuyo exterminio empezó en el siglo XVIII por acción de los cazadores y se acentuó a inicios del siglo XIX por la depredación de la isla debido a la acción de las cabras, informó El Universo de Ecuador.
La aniquilación de la especie de tortugas de la isla Pinta, representada por el Solitario George, se constituyó en catalizador para la comunidad científica, especialmente del PNG y la Estación Científica Charles Darwin, para restaurar no solo las poblaciones de tortugas en todo el archipiélago, sino para mejorar el estatus de conservación de otras especies.
Dentro de la que era la morada de George funciona el centro de crianza de tortugas, donde Llerena y otros expertos llevan adelante un proceso de reproducción de las tortugas de todas las islas. Pero George, el único de la especie Geochelone abingdoni, ya desapareció.
Datos
En marzo del 2007, Laura Bush, esposa del entonces presidente de Estados Unidos, George W. Bush, llegó al PNG, en Puerto Ayora, y visitó al Solitario George.
En agosto del 2011, dos de los seis corrales de tortugas gigantes, a los que los visitantes tenían acceso, fueron cerrados por el PNG porque los turistas tocaban los quelonios. Se pide estar al menos a 2 m de distancia.