EFE).- El accidente del vuelo Río de Janeiro-París de 2009, que causó la muerte de 228 personas, se debió a errores humanos y a fallos técnicos, según los responsables del informe final de la investigación presentado hoy cerca de París.
A ello aludió el director de la Oficina de Investigación y Análisis (BEA), Jean Paul Troadec, quien destacó el carácter “excepcional” de la investigación de las causas del accidente del vuelo AF447 de la compañía Air France.
Troadec se refirió a esa combinación de factores como responsables del suceso y denunció las “acusaciones injustas” lanzadas sobre la imparcialidad de los autores de la investigación.
Además, dijo que la excepcionalidad de esa investigación se define además por el “misterio” que rodeó la recuperación, a gran profundidad en el Atlántico, de las cajas negras del avión.
El informe fue presentado hoy a la prensa en la sede del BEA en la localidad de Le Bourget, cerca de París.
En la rueda de prensa, el director de la investigación, Alain Bouillard, se refirió al principio de su explicación a los fallos de las sondas de velocidad Pitot del avión, que sufrieron un problema técnico derivado de la acumulación de hielo y que provocaron que se apagara el piloto automático.
Posteriormente, aludió a fallos cometidos por los pilotos del avión, que reaccionaron de manera no adecuada a la situación que atravesaron.
El director del BEA recordó que con esta investigación “no se buscan responsabilidades” sobre el accidente y aludió a la investigación judicial en marcha sobre el caso para depurar aquellas.
Este informe final sobre el accidente se presenta efectivamente cinco días antes de que concluya la investigación judicial.
El ministerio fiscal presentará sus conclusiones sobre el vuelo AF447 el próximo 10 de julio con los nuevos elementos, después de que a lo largo de los últimos 36 meses se hayan ido desgranando diferentes factores que pudieron resultar determinantes para explicar esa catástrofe.
Tras varias fases de investigación, se logró recuperar cuerpos de las víctimas, buena parte del fuselaje del avión y las cajas negras, que registran los incidentes de vuelo
El avión se estrelló en aguas del Atlántico, a 1.296 kilómetros de la ciudad brasileña de Recife, casi cuatro horas después de haber despegado del aeródromo Galeão con 216 pasajeros a bordo, la mayor parte de ellos franceses y brasileños, y doce miembros de la tripulación.