Lo Último

.

.

jueves, 19 de julio de 2012

Una carta para Capriles: las historias y esperanzas de la gente en hojas de papel


 El calor, la lluvia, las largas horas de espera; nada detiene a la gente que espera a Capriles en los pueblos que visita. En sus manos, muchos llevan banderas, mientras otros llevan pancartas con mensajes que esperan sean leídos por el candidato. Pero otro grupo, muchas veces abundante, extiende su mano entre la multitud para darle un pedazo de papel en el que llevan, muchas veces, la historia de su vida y una petición de ayuda.
Envueltas en un sobre blanco o de manila, las cartas que le llegan al candidato por la MUD Henrique Capriles Radonski durante sus recorridos por el país, conforman la realidad de cientos de miles de personas que ven en él un cambio. A veces, frente a la tarima siempre dispuesta para proclamar su discurso, las personas me montan unas encima de otras para alcanzar su mano y hacerle entrega de una parte de su verdad.
Desde el casa por casa, Capriles ha recibido cartas de todo tipo: peticiones, bendiciones, propuestas y todas ellas contienen un compromiso mayor para él y su equipo. “Las palabras se las lleva el viento”, dijo una vez el candidato a Noticias24 refiriéndose a otro tema diferente al que nos atañe. Pero sin duda el pensamiento de que todo lo que quede sellado con pluma tiene un mayor peso, debió ser el detonante para que dentro del Comando Venezuela y en la Gobernación de Miranda, un amplio equipo se despliegue todos los días a revisar una por una las palabras de aquellos más necesitados para tenderles una mano.

Una carta para Capriles: la esperanza

Mientras camina, Capriles es abrazado, empujado y llevado por las miles o cientos de personas que van con él. Las cartas comienzan a llegar y todas y cada una de ellas son entregadas a un miembro fundamental del Comando Venezuela para que estas sean resguardadas y luego procesadas en una rutina ya bien aprendida.
Desde tempranas horas, las personas del Comando comienzan su jornada abriendo y detallando cada pedazo de papel que se les entrega. Muchos de estos escritos vienen de las giras del candidato, incluso desde antes de ganar las primarias. Y es que un casa a casa y un pueblo a pueblo, recorriendo por un promedio de 10 horas al día diversas zonas del país, da para mucho.
No es extraño ver correr a vecinos de un pueblo con un puñado de ellas en la mano, recogidas de otras casas que tal vez, por otros impedimentos, no pudieron estar en la caminata o concentración. “Yo quiero pedirle ayuda porque mi hijo está enfermo y sé que él lo hace”, dijo una mujer mientras veía atenta al abanderado de oposición a quien la multitud no le permitía avanzar. “Yo quiero un trabajo porque mija aquí no hay”, decía un señor ya mayor que estaba en la misma situación que la señora anterior, no sin antes aferrarse fuerte a la hoja como si eso pudiera cambiar su vida.
Y es que de hecho, peticiones de ayuda son las que abundan en los manuscritos. Según explicaba Gabriela Gómez, una de las personas encargadas de esta área para el Comando Venezuela, “todas las cartas son sentidas de corazón” que además muestra la esencia “de un pueblo olvidado”. Y debe ser cierto, ya que no hay un solo recorrido en el país en el que el candidato no haya recibido miles de cartas en auxilio ante una vida que vuelve a tener esperanza.

35 personas trabajan día y noche para cumplir los objetivos

Según datos proporcionados, 5 personas se dedican a trabajar día y noche para poder procesar la información contenida en cada pedazo de papel dentro del Comando central, mientras otras 30 lo hacen dentro de la Gobernación. Esto sin contar las personas dedicadas a esta misma labor en cada una de las gobernaciones “aliadas” en el resto del país.
Por calcular a la baja, hablamos de cientos de personas abriendo sobres y llamando a cada uno de los ciudadanos que con esfuerzo escribieron sus historias y decidieron compartirlas. “Solo la idea mental que me hago de la persona escribiendo en su casa, con tanta fe y esperanza en Henrique ya es algo mágico”, aseguraba Gómez con respecto ala materia.
El procedimiento es sencillo: primero las cartas llegan al comando desde la gira y se comeinzan a separar por estados. Se comienzan a leer resaltando los datos fundamentales como el nombre, apellido que además se colocan ordenadamente en una base de datos.
Lo mejor, según dijo, viene después. El contacto debe ser rápido y vía telefónica, así que este grupo comienza a hacer las llamadas correspondientes para agradecerles antes que nada y hablar sobre su petición en nombre del candidato. “Es impresionante la reacción”, resaltó esta joven quien además asegura que ese trabajo es una de las mejores cosas que ha vivido, pues le ha permitido ver no solo la realidad, sino lo más profundo del ser humano.

Una carta para Capriles: las historias

“Decirte una en particular es imposible”, dijo Gabriela mientras contestaba a la siguiente pregunta: ¿Cuál ha sido la más impactante? Desde luego, con miles de historias escritas y contadas a puño y letra debe ser difícil poder elegir. Lo cierto es que la mayoría que llegan muestran las carencias que padecen. Pero algunas llegan hasta con peticiones de matrimonio y regalos.
Miles llegan con peticiones sencillas como medicamentos que, o son muy costosos, o son difíciles de conseguir. Si esto se presenta en un estado “amigo”, el Comando lo remite al equipo de la zona para que la ayuda sea expedita y si no es así, el mismo Comando se Moviliza para hacer llegar lo necesario y cubrir una necesidad básica que muestra las injusticias que aún hoy vive nuestra gente.
Otra parte, más complicada, llega con historias sobre una vivienda a medio construir que refleja el déficit habitacional de nuestro país. En este caso el equipo ubica los materiales necesarios aunque según otros miembros indicaron, a veces es complejo por la escasez de los mismos. Pero tal vez una de las historias más conmovedoras fue la de un niño quien le entregó al candidato nada más y nada menos que un dibujo de un hombre con capa y la letra H en su pecho, demostrando desde su más pura inocencia lo que Capriles Radonski es para él: un superhéroe.
Durante un recorrido en Lara, meses antes de iniciar formalmente la campaña electoral, una mujer sinceraba el contenido de su carta. Ella tiene 76 años y vive en una casa destruida por el tiempo y el olvido en un caserío junto a su esposo, su hija y 3 nietos. De todos ellos, solo la joven trabaja, dejando el cuidado de los pequeños a su madre por la necesidad que padecen.
Con los ojos llenos de lágrimas, en ese instante cuando se te quiebra la voz y tratas de contener el dolor porque la fuerza lo puede todo, la señora empuñaba su hoja de papel escrita a mano asegurando que lo único que necesitaba era una medicina para su esposo, sin tan siquiera importarle el hecho de que ella ya no caminaba bien por un problema en las piernas. “Aquí esto es así y es la primera vez que alguien viene para acá”, dijo con la esperanza de que su situación cambiara.
Su carta fue tomada, guardada y una persona del comando regional anotó su nombre y apellido con la promesa de hacerlo, aunque lamentablemente en la premura no pudimos constatar que se lograra. Según Gabriela Gómez, hasta las peticiones de trabajo son atendidas y se trata de buscar la solución, pero una cosa está clara, a través del papel, del esfuerzo, del tiempo y de la pluma, el pueblo venezolano busca una ayuda urgente en los sitios más remotos donde la desesperanza comía los días, hasta ahora.
Por Ana Vanessa Herrero / Noticias24