El secreto de la vida no es tener ideas sino saber ejecutarlas. Poseer la capacidad de llevarlas a cabo es la empresa más difícil. Florentino Pérez deseaba ser presidente del Real Madrid para hacer realidad sueños que Pitina, su mujer, escuchó durante mucho tiempo.
Primero realizó la reforma interior del Bernabéu, con oficinas adecuadas para todos los empleados, una obra proyectada desde que ganó las elecciones en el año 2000. Después consiguió la Liga de Campeones, en 2002. Posteriormente construyó la ciudad deportiva de Valdebebas, inaugurada en 2005. Ahora, el presidente ataca un proyecto pendiente desde hace ocho años.
La conversión del Bernabéu en un centro de referencia mundial. Florentino Pérez obtuvo en 2004 un plano de lo que debería ser el coliseo del futuro. En 2012, el club convocó un concurso con los mejores arquitectos del mundo para seleccionar al hombre idóneo que edifique esta revolución del concepto de estadio. Norman Foster y Rafael Moneo son los candidatos definitivos.
El elegido acabará con el estilo del clásico campo de fútbol. Se transformará en una ciudad. Tendrá un hotel de lujo desde cuyas habitaciones se podrán presenciar los partidos. Albergará un párking para seiscientos coches. Habrá un nuevo centro comercial. Y mantendrá sus restaurantes actuales.
Vivir en el Bernabéu
El resultado de la remodelación será que un aficionado podrá desayunar, comer, cenar y dormir allí. Tendrá la posibilidad de vivir en el coliseo blanco. Los seguidores harán realidad la frase "del Madrid al cielo".
La reforma no solo busca futuros ingresos económicos. También se conseguirá una mejora en el ámbito futbolístico. El club ha ganado veinticuatro metros de propiedad en todo el sector del Paseo de la Castellana y en ese área situará el centro comercial e intentará aumentar el aforo con diez mil nuevos asientos. Las gradas pasarían a contabilizar noventa mil localidades. Satisfará así una parte de la infinita demanda de sus socios. El Real Madrid tendría asegurada la venta anual de ciento treinta mil entradas para todos los partidos si pudiera cumplir todas las peticiones que recibe.
Todo el proyecto necesitará una inversión de cien millones de euros. Las obras necesitarán tres años.
El "Arena" Bernabéu
El coste será amortizado en cuatro años. La nueva sede puede aportar en el futuro unos ingresos anuales de cincuenta millones, gracias a las localidades, al centro comercial y al aparcamiento de seiscientas plazas, que se sumará al viejo "parking" de quinientos automóviles. Esa cifra de 50 millones podría aumentar a noventa si se aporta un patrocinador que sume su denominación al estadio. Siempre se llamará Bernabéu, pero si hay un "sponsor", el campo tendría el nombre de la empresa comercial y llevaría añadida la palabra Bernabéu. Los aficionados nunca admitirían perder el sello de identidad nacido en 1947.
La entidad ya obtuvo 23 millones de euros con la operación de intercambio de propiedades con el Ayuntamiento de la capital, al ceder cuatro parcelas en Carabanchel. A cambio, las cuatro torres del estadio han pasado a ser del Real Madrid. Esa concesión facilita burocráticamente el ensanchamiento de la fachada del Paseo de la Castellana para obtener metros de construcción en la reforma.
La nueva sede significará un capítulo renovado de ingresos para el equipo. Levantar la Liga de Campeones será el primer objetivo deportivo de Mourinho. En fútbol, todos los retos van unidos. ABC ESPAÑA
