Comer en familia se asocia con un mayor consumo de frutas, verduras, fibras, alimentos ricos en calcio y vitaminas, indica un reciente análisis de la Universidad de Rutgers en Estados Unidos en el que se han revisado 68 estudios científicos.
Asimismo, los niños que comen con sus familiares tienden a mostrar índices de masa corporal más bajos, es decir, menos tendencia al sobrepeso y a la obesidad que aquellos menores que con frecuencia comen solos.
El estudio se suma a los datos obtenidos en una investigación previa de la Universidad que revela que los adolescentes que comparten la hora del desayuno, el almuerzo y la cena con sus padres y familiares comen de manera más sana cuando crecen.
Concretamente consumen más verduras y más fruta. Además, comer en familia durante la adolescencia implica que
RPP