El esgrimista venezolano Rubén Limardo, ganador de la medalla de oro en la espada masculina de los Juegos Olímpicos de Londres 2012,lloró hoy de emoción a su llegada al país, tras un multitudinario recibimiento y ver una fotografía de su madre.
“El corazón lo tengo a mil, piel se me eriza. No sé que decir”, dijo el atleta en declaraciones a la televisora estatal.
El criollo lloró recordar a su madre, clave en su desarrollo deportivo, según el mismo confesó en días pasados. Al llegar a una tarima, Limardo tomó una fotografía de su madre y rompió en llanto; besó la imagen e hizo un gesto al cielo. Luego, le dedicó la medalla de oro, la segunda de Venezuela en la historia de las olimpiadas.