EFE).- Las selecciones femeninas de Estados Unidos y Francia llegan a la final del torneo olímpico de baloncesto invictas, en busca de un oro que las estadounidenses quieren retener tras haber ganado las cuatro anteriores citas y que las francesas abrazarían por vez primera.
Estados Unidos es la gran favorita. Seis veces campeón olímpico en las nueve ediciones disputadas (no participaron en los Juegos de Moscú’80), ha subido a lo más alto del podio ininterrumpidamente desde los Juegos de Sydney 2000.
Altura, defensa, tiro, transición, experiencia, velocidad, rebote. El equipo norteamericano lo tiene todo y en grandes cantidades. Son las mejores atletas. Sin discusión.
La historia de la selección francesa en los Juegos Olímpicos es mucho más fugaz. Sólo participó en Sydney 2000 donde obtuvo un quinto puesto y en Londres 2012 donde se ha colado, con todo merecimiento, en su primera final.
“Estamos muy orgullosas de haber llegado a la final olímpica y de enfrentarnos a Estados Unidos”
Francia llega con un equipo atlético, fuerte y cohesionado. Con la ilusión del debutante y con una mezcla casi perfecta de experiencia y juventud.
Las francesas ya han ganado, tienen asegurada la medalla de plata y han firmado, pase lo que pase, una gran página en la historia del baloncesto de ese país. Pero, además, no se conforman y quieren ser el debutante incordio, el equipo que puede dar la sorpresa.
“Estamos muy orgullosas de haber llegado a la final olímpica y de enfrentarnos a Estados Unidos. Quizá nuestras posibilidades no son muy grandes, pero vamos a jugar nuestras bazas”, comentó la capitana Celine Dumerc, base y guía del equipo.
El entrenador de las francesas, Pierre Vincent, explicó la fuerza de su equipo. “Esto comenzó hace cinco años, cuando se formó el grupo, y desde entonces siempre tuvimos los Juegos de Londres en nuestras mentes”.
Con respecto a la final olímpica, Vincent fue claro. “Vamos a una fiesta. Creo que el único equipo con opciones de ganar a Estados Unidos es Australia, porque son las únicas que pueden competir con ellas en lo físico. Pero no vamos a salir derrotados. Su favoritismo nos alivia de presión alguna y trataremos de hacer nuestro juego”.
“Dumerc tiene los aros olímpicos en su mirada. Su magia nos ha traído hasta aquí y todas las jugadoras están haciendo cosas que quizá no podrían hacer en ninguna otra competición”, añadió.
Geno Auriemma, entrenador de la selección de Estados Unidos, aseguró que “nadie ha jugado mejor contra USA que Australia”, para seguidamente dar un aviso a sus propias jugadoras.
“Mucha gente piensa que Australia y Estados Unidos son los únicos buenos equipo en el baloncesto femenino, pero espero que mis jugadoras no crean esto, porque ahora tenemos que afrontar una final con una medalla de oro en juego”, siguió Auriemma.
La lucha por la medalla de bronce también promete lucha y espectáculo. Australia y Rusia se medirán para tratar de superar la decepción de no estar en la gran final y conseguir la última medalla del podio. Un éxito en cualquier caso.
Australia parte como favorita por juego, palmarés, calidad y altura, pero Rusia sabe jugar con esas mismas armas.
En la fase de grupos australianas y rusas ya midieron sus fuerzas y las primeras vencieron por 70-66. Un corto margen para un partido incierto. Ahora, con la medalla de bronce en juego cualquier diferencia se acorta y cualquier resultado es posible.
