El presidente de Perú, Ollanta Humala, dijo este miércoles que su país sigue luchando contra el terrorismo y que en su primer año de Gobierno se han visto logros sustanciales, al cumplirse 20 años de la captura del fundador de la guerrilla maoísta y terrorista Sendero Luminoso, Abimael Guzmán.
Con la captura de Guzmán en 1992, Sendero Luminoso se desarticuló pero quedaron dos facciones: una que opera en el Valle del Alto Huallaga y otra en el Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (VRAEM), la última de ellas considera al fundador del grupo como un traidor por pedir un alto al fuego desde la prisión y por suscribir una acuerdo de paz con el Gobierno.
Guzmán fue capturado por el Grupo Especial de Inteligencia (GEIN) de la Policía en una casa de clase media de Lima junto a gran parte de la cúpula senderista, donde figuraba su pareja, Elena Iparraguirre.
Los integrantes del GEIN tuvieron una paciente y ardua labor para seguir los pasos de Guzmán, e incluso desobedecieron órdenes de abortar su misión, procedentes del entonces asesor presidencial Vladimiro Montesinos.
El secreto de la operación se mantuvo también para el presidente de la época, Alberto Fujimori (1990-2000), quien no estaba enterado al respecto y se encontraba pescando en la selva del país cuando se dio la captura.
Tras ser presentado en una ceremonia donde se le recluyó en una amplia jaula y se le atavió en un traje a rayas blancas y negras, Guzmán fue condenado por un tribunal militar a cadena perpetua, una sentencia que fue ratificada en 2003 por un juzgado civil, y fue recluido en el penal de máxima seguridad de la Base Naval del puerto del Callao.
Durante la detención de Guzmán, Humala era un militar en actividad del Ejército, y según manifestó hoy "tomó con mucha alegría" la noticia, aunque sabía que "la lucha contra el terror no terminaba con eso".
El mandatario culpó a "la pasividad del Estado en las últimas décadas" por la existencia de remanentes de Sendero Luminoso que ahora están aliados con el narcotráfico y por los infiltrados en organizaciones sociales y sindicatos, como los del Movimiento por Amnistía y Derechos Fundamentales (Movadef), cuyos integrantes piden la amnistía de Abimael Guzmán.
"Nuestra posición es frontal contra esas organizaciones de fachada del terrorismo como es Movadef, por eso presentamos un proyecto de ley que ponía una serie de filtros para que las organizaciones pudieran inscribirse como partidos políticos. Estamos a la espera de lo que diga el Congreso", manifestó.
Ollanta Humala se refirió así a un proyecto de ley de "negacionismo" que prevé penas de cárcel a quien niegue que Sendero Luminoso es una organización terrorista.
El proyecto no incluye negar que agentes del Estado peruano también cometieron acciones terroristas con varias matanzas de campesinos y estudiantes.
Con la captura de Guzmán en 1992, Sendero Luminoso se desarticuló pero quedaron dos facciones: una que opera en el Valle del Alto Huallaga y otra en el Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (VRAEM), la última de ellas considera al fundador del grupo como un traidor por pedir un alto al fuego desde la prisión y por suscribir una acuerdo de paz con el Gobierno.
Guzmán fue capturado por el Grupo Especial de Inteligencia (GEIN) de la Policía en una casa de clase media de Lima junto a gran parte de la cúpula senderista, donde figuraba su pareja, Elena Iparraguirre.
Los integrantes del GEIN tuvieron una paciente y ardua labor para seguir los pasos de Guzmán, e incluso desobedecieron órdenes de abortar su misión, procedentes del entonces asesor presidencial Vladimiro Montesinos.
El secreto de la operación se mantuvo también para el presidente de la época, Alberto Fujimori (1990-2000), quien no estaba enterado al respecto y se encontraba pescando en la selva del país cuando se dio la captura.
Tras ser presentado en una ceremonia donde se le recluyó en una amplia jaula y se le atavió en un traje a rayas blancas y negras, Guzmán fue condenado por un tribunal militar a cadena perpetua, una sentencia que fue ratificada en 2003 por un juzgado civil, y fue recluido en el penal de máxima seguridad de la Base Naval del puerto del Callao.
Durante la detención de Guzmán, Humala era un militar en actividad del Ejército, y según manifestó hoy "tomó con mucha alegría" la noticia, aunque sabía que "la lucha contra el terror no terminaba con eso".
El mandatario culpó a "la pasividad del Estado en las últimas décadas" por la existencia de remanentes de Sendero Luminoso que ahora están aliados con el narcotráfico y por los infiltrados en organizaciones sociales y sindicatos, como los del Movimiento por Amnistía y Derechos Fundamentales (Movadef), cuyos integrantes piden la amnistía de Abimael Guzmán.
"Nuestra posición es frontal contra esas organizaciones de fachada del terrorismo como es Movadef, por eso presentamos un proyecto de ley que ponía una serie de filtros para que las organizaciones pudieran inscribirse como partidos políticos. Estamos a la espera de lo que diga el Congreso", manifestó.
Ollanta Humala se refirió así a un proyecto de ley de "negacionismo" que prevé penas de cárcel a quien niegue que Sendero Luminoso es una organización terrorista.
El proyecto no incluye negar que agentes del Estado peruano también cometieron acciones terroristas con varias matanzas de campesinos y estudiantes.
Lucha contra el terrorismo
Para Humala, "sería muy irresponsable" dar una fecha de plazo en la que se resuelva el tema del terrorismo, pero señaló que su gestión está trabajando en ello y que tiene "la plena seguridad" de que lo va a vencer.
"Nuestra estrategia es llevar al Estado allí colocando más bases antiterroristas y haciendo operaciones quirúrgicas con el apoyo de inteligencia", indicó.
El mandatario argumentó que no imitará al Gobierno colombiano que ha iniciado el diálogo con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), en relación a los sediciosos del VRAEM, aunque dijo respaldar la medida del presidente Juan Manuel Santos.
"La política que tiene el Perú es que no podemos dialogar con terroristas que matan a mansalva, que secuestran niños, que no respetan nuestros derechos fundamentales de la población y que en base al terror, al secuestro, a la extorsión de autoridades pretenden cambiar el rumbo democrático del país", enfatizó.
Por otro lado, indicó que la organización de los remanentes de Sendero Luminoso en el Alto Huallaga se ha desarticulado con la captura en febrero pasado de su "último mando histórico el terrorista Artemio".
Según el informe final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación, Sendero Luminoso fue el principal responsable de las 70.000 víctimas del conflicto político entre 1980 y 2000.
"Nuestra estrategia es llevar al Estado allí colocando más bases antiterroristas y haciendo operaciones quirúrgicas con el apoyo de inteligencia", indicó.
El mandatario argumentó que no imitará al Gobierno colombiano que ha iniciado el diálogo con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), en relación a los sediciosos del VRAEM, aunque dijo respaldar la medida del presidente Juan Manuel Santos.
"La política que tiene el Perú es que no podemos dialogar con terroristas que matan a mansalva, que secuestran niños, que no respetan nuestros derechos fundamentales de la población y que en base al terror, al secuestro, a la extorsión de autoridades pretenden cambiar el rumbo democrático del país", enfatizó.
Por otro lado, indicó que la organización de los remanentes de Sendero Luminoso en el Alto Huallaga se ha desarticulado con la captura en febrero pasado de su "último mando histórico el terrorista Artemio".
Según el informe final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación, Sendero Luminoso fue el principal responsable de las 70.000 víctimas del conflicto político entre 1980 y 2000.
EFE