Un comunicado firmado por dos abogados en nombre de la familia del primer ministro chino, Wen Jiabao, ha negado que ésta tenga "una fortuna escondida" o que haya aprovechado el cargo de Wen para enriquecerse, en respuesta al reportaje publicado por el diario estadounidense "The New York Times".
El comunicado, que amenaza con tomar medidas legales, está firmado por los letrados Bai Tao (del bufete Jun He) y Wang Weidong (de Grandall) y fue enviado el sábado a varios diarios, entre ellos "South China Morning Post", que afirma hoy que supone el primer caso de un primer ministro chino respondiendo a un artículo de prensa crítico.
Los dos abogados refutan, en particular, la acusación de que la madre del primer ministro, Yang Zhiyun (de 90 años), haya acumulado altas sumas de dinero, uno de los puntos más llamativos del reportaje.
"La madre de Wen Jiabao jamás ha tenido otro ingreso o propiedad que los salarios y pensiones acordes con las regulaciones", señala el comunicado acerca de la nonagenaria mujer, quien fue profesora antes de jubilarse.
Aunque admite que algunos familiares de Wen dirigen negocios, el breve documento asegura que "no llevan a cabo ninguna actividad ilegal" ni poseen acciones en compañías.
Añade que el primer ministro, quien en noviembre deja la cúpula del Partido Comunista de China y en marzo del año que viene la jefatura de Gobierno, "nunca ha jugado papel alguno en los negocios de sus familiares, y mucho menos ha permitido que éstas actividades influyeran en sus políticas".
"Otros familiares de Wen y los "amigos" y "colegas" de estos familiares son responsables de sus propios negocios", señalan los abogados, quienes concluyen señalando que podrían hacer más clarificaciones próximamente.
Observadores políticos destacan que esta inusual respuesta a un artículo de la prensa extranjera muestra el celo de Wen en proteger su reputación, en un delicado momento de relevo de poder ya "contaminado" por el escándalo que ha golpeado a uno de los hasta hace poco candidatos a ascender a la cúpula del PCCh en ese relevo, el ex ministro y ex jefe de la ciudad de Chongqing Bo Xilai.
"El abuelo Wen", como se suele aludir a él en China, en general ha sido un político popular entre los chinos, una imagen que ha cultivado con muchos actos "a pie de tierra" (visitas a enfermos de sida, familias pobres, víctimas de desastres naturales) y cierto talante reformista, aunque a veces más teórico que práctico.
El reportaje de "The New York Times" atribuye a Wen y sus familiares una "fortuna secreta" de 2.700 millones de dólares.
El Ministerio de Asuntos Exteriores chino criticó el artículo al día siguiente de su publicación, acusando al diario neoyorquino de intentar "ensuciar la imagen de China" debido a "motivos ocultos".
Además, las autoridades chinas bloquearon en Internet las versiones en chino e inglés del diario.
EFE