El entrenador argentino Marcelo Bielsa les dijo a sus jugadores tras perder la final de Copa del Rey el pasado mes de mayo, que se sentía "muy avergonzado de haber decepcionado" a la afición del Athletic y a todo un "pueblo" y que fue "inadmisible" el "no estar a la altura de las ilusiones" generadas por el equipo.
Así lo refleja el diario Deia en la transcripción de una segunda parte de la última charla que ofreció Bielsa a su plantilla al final del pasado curso, de más de ocho minutos de duración, cuyo primer capítulo fue desvelado la pasada semana por la página web "El Desmarque Bizkaia".
En su alocución, Bielsa subraya que la temporada "realmente terminó muy mal" y que se hace "absolutamente responsable" de cómo concluyó, puesto que a partir del "gran partido" contra el Sporting de Portugal, en semifinales de la Liga Europa, "todo fue negativo".
"El partido de ayer -la final de Copa- lo confirma desde mi óptica, porque los jugadores emblema interiormente de mi forma de pensar, de mi forma de sentir el fútbol, el caso de De Marcos, Amorebieta, Susaeta, Muniain, que es un tipo con el que yo sintonizo emotivamente en la misma onda, no estuvieron a la altura del partido", afirmó Bielsa de acuerdo con la transcripción que publica Deia.
"Me parece inadmisible, muchachos, movilizar un pueblo, decepcionar a un pueblo, no estar a la altura de la ilusiones que generaron porque yo estoy verdaderamente avergonzado de haber decepcionado a la afición del Athletic de Bilbao. Porque no pierdan de vista, muchachos, que la decepcionamos", añade.
En esa transcripción, Bielsa concluye diciendo que "ya no hay partidos para ver, ni cosas para analizar, ni cabezas que ordenar, ni mensajes que dar, ya la oportunidad la dejamos pasar".
"Aparte también tengan conciencia de que son muy jóvenes, son muy jóvenes, son millonarios prematuros, no tienen problemas, no les importa mayormente lo que va a pasar, porque todo el mundo tiene resuelto lo que va a pasar. Se permiten reírse...", finaliza.
Bielsa afirmó la pasada semana que la grabación de su charla en el vestuario, previsiblemente obra de un jugador, y su posterior filtración son prácticas "despreciables, como toda traición".
EFE