Reuters) – Sin tiempo para absorber su derrota electoral, la oposición venezolana enfrenta el reto de los cruciales comicios regionales de diciembre con la difícil misión de frenar a un oficialismo que el domingo ganó en casi todos los estados del país, incluido el que gobierna su líder, Henrique Capriles.
La cómoda ventaja de 11 puntos que logró el presidente Hugo Chávez vino acompañada de otra dolorosa revelación para la oposición: de 23 estados, Capriles apenas logró la victoria en dos, un pobre resultado frente a la aspiración de hacer un mejor papel en los siete estados que hoy gobiernan.
“Ganamos en todos los estados, salvo Mérida y Táchira y ganamos en más del 82 por ciento de los municipios. Una victoria en toda la línea”, dijo Chávez el martes en rueda de prensa.
Aunque se ha demostrado en los últimos años que el apoyo a Chávez no se transforma automáticamente en votos para los candidatos locales de su partido, analistas consideran que los vientos de triunfo que vuelan tras la reelección podrían ser suficientes para reproducir la victoria.Un vistazo al mapa electoral de las presidenciales muestra que el oficialismo pintó de rojo –el color que identifica al chavismo– la mayoría del territorio, con mucha fuerza en las zonas rurales, mientras que la oposición obtuvo la mayoría de las principales capitales del país petrolero.
“El riesgo es que se produzca un efecto cascada sobre las elecciones de gobernadores y alcaldes. Esto potencialmente podría derivar en que la oposición pierda lo que ha ganado, creando desbalances futuros en la institucionalidad y dándole más espacio a Chávez para acelerar la implantación de su modelo”, dijo Barclays esta semana en una nota a clientes.
Chávez ganó los comicios con la promesa de que pondría un “cerrojo” a la revolución que comanda, lo que podría derivar en la aplicación de medidas para intensificar el manejo centralizado de la economía, nuevas expropiaciones y posibles cambios para llevar su socialismo a un punto de “no retorno”.
Al día siguiente de la elección, el vicepresidente Elías Jaua dijo a Reuters en una entrevista que buscarán “fortalecer el control de elementos estratégicos de nuestra economía”.
Los comicios a gobernador están programados para el 16 de diciembre, mientras que para alcaldes serán en abril del 2013.Si la oposición no logra la meta de mantenerse a la cabeza de los estados clave que ganó en las regionales del 2008, Chávez tendría mayor margen de maniobra para acelerar su nuevo plan antes de que un nuevo Congreso -que potencialmente tendría más presencia opositora- to m e asiento en el 2015.
Otro frente de preocupación para los opositores es el llamado a abstención que hicieron políticos de sus propias filas como protesta por el resultado de las elecciones presidenciales, que consideraron poco transparentes por abusos de los recursos del Estado por parte del oficialismo e irregularidades menores.
Reorganizando la ruta
El locuaz mandatario, que ha logrado crear una especial empatía con la mayoría pobre del país petrolero, ganó con una indiscutible ventaja el referendo revocatorio en su contra en el 2004 y, pocos meses después, una coalición de partidos oficialistas arrasó en las regionales.
“Haber perdido las presidenciales por supuesto que dibuja un escenario más complicado en este momento“, dijo a Reuters Pedro Benítez, representante del partido Acción Democrática ante la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD).
Pero agregó que, a diferencia del 2004, ahora la oposición está organizada en torno a la MUD y los comicios de los últimos años muestran que los candidatos a gobernadores apoyados por Chávez no siempre tienen las de ganar.
Aunque Capriles dijo el martes que aún no ha tomado una decisión sobre su posible postulación a la reelección en Miranda, fuentes de su equipo dijeron a Reuters que el joven político, que se había separado temporalmente del cargo para hacer campaña por la silla presencial, tentará un nuevo mandato.Uno de los estados más estratégicos del país por su amplio número de votantes y porque abarca parte de la capital es Miranda, donde gobierna Capriles tras vencer sorpresivamente cuatro años atrás al actual presidente del Parlamento, Diosdado Cabello. Pero Chávez también venció allí.
“La potencial movida de Capriles nos desconcierta. El consolidaría su base de apoyo en Miranda, pero creemos que significaría renunciar a su legítima oportunidad de convertirse en el líder natural de la oposición venezolana a futuro”, dijo esta semana la firma Nomura.
Algunos gobernadores de oposición creen que la extrema focalización en las presidenciales pudo haber derivado en el descuido de los estratégicos mandos regionales.
“¿A quién no le dio un guayabo (depresión) el día domingo? Yo estaba golpeado porque trabajamos para ganar (…), pero la democracia es así”, dijo Capriles la noche del martes.Pero otros políticos consideran que dos meses son suficientes para retomar las riendas de las campañas opositoras, en busca de un equilibrio de fuerzas políticas para hacer contrapeso al poderoso gobierno de Chávez.
Para volver a aceitar el mecanismo proselitista que otorgó más de 2 millones de nuevos votos a la oposición en comparación con las presidenciales del 2006, los partidos requieren revertir el ánimo pesimista que en este momento embarga a parte de los 6,5 millones de venezolanos que apostaron por Capriles.
“Quiero decirle a todos los venezolanos que yo hoy estoy de pie. Me levanté como estoy seguro que se levantó la inmensa mayoría de los venezolanos (…) Haré todo lo que esté a mi alcance para que ganemos la mayoría de las gobernaciones”, sentenció Capriles.
Por Marianna Párraga