EFE).- La mayoría de los mandatarios latinoamericanos han confirmado su asistencia a la XXII Cumbre Iberoamericana del próximo mes de noviembre en Cádiz (sur de España), en la que solo quedan por despejar las dudas sobre la presencia del venezolano Hugo Chávez y el cubano Raúl Castro.
El secretario de Estado español de Cooperación Internacional y para Iberoamérica, Jesús Gracia Aldaz, aseguró hoy en una entrevista con Efe que “todos los países han confirmado su asistencia”.
“El presidente de Paraguay (Federico Franco) se excusó después de una reunión que tuvimos en Nueva York con el presidente del Gobierno” y ahora “nos queda por saber el nivel de representación que tendrán Venezuela y Cuba, que han dicho que van a asistir a la cumbre y no han dicho todavía a qué nivel”, puntualizó.
El resto de países “han confirmado la presencia de los jefes de estado y de Gobierno, y salvo imponderables, que también pueden ocurrir a última hora, va a haber una asistencia muy importante” en la cita que congregará en Cádiz el 16 y 17 de noviembre a los mandatarios de América Latina, España y Portugal, además de Andorra.
Según Gracia, en el caso de la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, “nos han confirmado que va a venir”.
Cádiz puede ser el escenario del reencuentro al más alto nivel entre los gobiernos de España y Argentina tras la crisis que desencadenó la expropiación de las acciones de la compañía española Repsol en la petrolera YPF el pasado mes de abril.
En el caso de Raúl Castro, si finalmente viaja a Cádiz, sería la primera vez que asiste a una Cumbre Iberoamericana tras relevar a su hermano, Fidel, en la Presidencia cubana en 2006.A Hugo Chávez, que fue reelegido presidente por tercera vez el pasado domingo en las elecciones de Venezuela, le fue detectado un cáncer en 2011 por el que fue sometido a intervenciones quirúrgicas y a tratamiento.
España, país anfitrión de la cumbre, quiere que la cita de Cádiz marque una renovación de las relaciones con las naciones latinoamericanos en un momento en que la crisis económica que vive Europa planeará sobre la reunión.
La cumbre abordará los grandes asuntos que preocupan a los países que integran esta comunidad, como la violencia que genera el narcotráfico en algunos países de la región.
Según Gracia, ese tema, que ya fue tratado por los ministros de Interior en la reunión que celebraron en Valencia, será también abordado y se incluirá en la Declaración final.
También se tratará en la sesión que celebran en las cumbres a solas los mandatarios.
En Cádiz, está previsto un “retiro” de “cuatro o cinco horas”, en las que el presidente del Gobierno de España, Mariano Rajoy, llevará la dirección de la discusión.
“Se van a tratar los temas que interesan a Iberoamérica: nuestra posición en el mundo, nuestras perspectivas ante los cambios económicos que está habiendo-no hay que olvidar que cuatro países de la comunidad iberoamericana son miembros del G-20- y por tanto tenemos una responsabilidad en la gobernanza global”.
“Vamos a tratar el tema de la violencia y cómo afecta a América Latina, y vamos a tratar esas cosas que se pueden hacer juntos en los foros internacionales”, añadió.
En esa ciudad “americana”, que recuerda -evocó Gracia- a La Habana o Cartagena de Indias, España quiere renovar los lazos que unen a las dos orillas del Atlántico.La XXII Cumbre Iberoamericana se celebrará en Cádiz una ciudad que vio nacer hace 200 años la primera Constitución liberal española, que ejerció una gran influencia en América.
“Para nosotros es importantísimo que Europa siga mirando a Latinoamérica, porque ya no es una mirada paternalista o de apoyo a América Latina, sino de interés en este momento en el que nos interesa que no se nos vaya o que no amplíe el Atlántico y se vaya hacia el Pacífico”, subrayó.
En Cádiz se dará luz verde a la creación de un grupo de trabajo que preparará la renovación del formato de estas cumbres con el fin de aprobar su transformación, posiblemente en bienales, en la próxima reunión que se celebrará en Panamá en 2013.
Según Gracia, la decisión sobre convertir las citas en bienales “es algo que no está decidido”.
El diplomático español defendió la vigencia y el éxito durante 22 años de estas cumbres y recordó que cuando se celebró, en 1991, la primera no había ningún foro iberoamericano, ni siquiera latinoamericano, en el que estuvieran todos los países.
