El politólogo Nicmer Evans, en su columna de este lunes, señaló que “si el chavismo designa a los Alcaldes y Concejales por ‘cooptación’ no sufrirá una gran derrota electoral, pero si sufrirá una gran derrota ética en el marco de la praxis revolucionaria”.
“La `cooptación´ demostró ser eficiente electoralmente para el 16-D, pero en ningún momento ha dejado de ser contradictorio con la praxis revolucionaria, bolivariana y chavista, que asumió en algún momento la consigna “me resteo con las bases”, recalcó.
A continuación la columna completa:
El proceso revolucionario en el gobierno ha vivido momentos duros, donde las contradicciones han estado a la orden del día, pero afortunadamente han sido superadas con éxito y pocos traumas. Esto lo afirmo en el marco del complejo dilema de la coherencia entre la teoría y la práctica, síntesis que hace a la llamada praxis.El grado de coherencia entre la praxis es un buen indicador para saber si se va por buen camino, y su contradicción a veces es necesaria para someterla a fuerzas mayores a las previstas para generar rectificaciones pertinentes, pero cuidado, ya que la praxis tiene grados de tolerancia en acciones contradictorias, pero la resistencia puede quebrarse y poner en peligro la coherencia.El proceso revolucionario, bolivariano y chavista se ha sometido en momentos, a fuertes contradicciones a lo interno de sus fuerzas, ya que sí algo ha pregonado Chávez y el chavismo (asumo la categoría más popular en superación de lo correcto del término “chavezismo”) es la infinita bandera en la defensa y profundización de la democracia participativa y protagónica, dando en momentos, las más claras señales de coherencia, sometiendo a lo interno de las filas revolucionarias, no sin riesgos, procesos de elección por la base de sus propios candidatos. Nadie dijo que la democracia es sencilla, estos procedimientos tienen sus riesgos, pero lo he dicho en otras oportunidades y lo mantengo: es preferible decir que fue “nuestro error” a decir que “fue error de mis dirigentes” que arbitrariamente o por “cooptación” me impusieron un candidato
Se que de inmediato asaltará en la mente de algunos sagaces y quizá algún distraido y mal intencionado lector, la idea de porqué criticar este tema ahora y no antes, a lo que respondo de inmediato que este tema lo vengo tratando hace más de un año y medio, encontrando eco en no pocas personas dentro de las bases del proceso he incluso en el seno de la dirigencia nacional, sin embargo, en el momento que ha sido definitiva la decisión la he respetado disciplinadamente en el marco del contexto político, no sin advertir los riesgos. Lo otro que podrían pensar es que este argumento es desacertado ya que la “cooptación” ha demostrado ser eficiente electoralmente, ya que las victorias del 7O y del 16D así lo demuestran, sobre este último tema centraré mi reflexión.
El hecho de que un método haya sido eficiente para un momento y una circunstancia específica no implica que sea el mejor, el más coherente o el más indicado en otro momento o para siempre, al menos que sea más democrático y basado en la conciencia de clase. La “cooptación” demostró ser eficiente electoralmente para el 16D, pero en ningún momento ha dejado de ser contradictorio con la praxis revolucionaria, bolivariana y chavista, que asumió en algún momento la consigna “me resteo con las bases”, y ha generado la más profunda expectativa de que eso se cumpla a plenitud y en todo momento.
Una cosa es una elección a Gobernadores, donde la distancia aún es grande entre el gobernante y el gobernado, y otra distinta es la distancia entre un Alcalde y los ciudadanos. Popularmente se asume que un Alcalde debe ser vecino, debe vivir mis problemas y debe tener la voluntad y la capacidad para resolver los mismos, el Alcalde no es el que va a trazar “el plan revolucionario”, es el que debe ejecutarlo junto a los ciudadanos, siendo altamente operativo, en especial cuando estamos hablando de un Estado Comunal, que prioriza a los Consejos Comunales y Comunas, eso quiere decir que es el que debe facilitar la democracia participativa más cercana a las instancias político-territoriales establecidas en la Constitución. Entonces es lógico pensar que quien debe hablar de democracia debe nacer del seno de la misma.
Si el chavismo designa a los Alcaldes y Concejales por “cooptación” no sufrirá una gran derrota electoral, pero si sufrirá una gran derrota ética en el marco de la praxis revolucionaria, pero además pondrá en riesgo una mayor contundencia electoral. Por lo que estoy totalmente seguro que un método donde se incluya y se incorporé activamente a las bases revolucionarias sería el método más adecuado y coherente con la praxis revolucionaria, bolivariana, socialista y chavista.
Este método debería priorizar las elecciones por la base en unas elecciones de segundo grado, que pretenda corregir las imperfecciones típicas de algunas condiciones de elección de primer grado donde quien aspire tenga ventaja evidente por ser actualmente Alcalde u ocupe algún cargo de poder. Esto permitiría que una dupla o terna de candidatos electos por las bases, pase a manos de la Dirección Nacional del PSUV junto a una representación nacional del GPP, para ratificar la elección de las bases o seleccionar sobre la dupla o terna ya planteada por las bases. Un segundo nivel de elección de los candidatos será determinando por consensos evidentes en municipios o parroquias donde se dé el caso, lo que ahorraría el esfuerzo de desarrollar el proceso electoral.
Tiempo hay, voluntad política debería sobrar, necesidad de mayor coherencia en la praxis revolucionaria hace falta siempre. Feliz 2013 pleno de más y mejor socialismo, igual a más y mejor democracia, siempre.
Nicmer N. Evans
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