Venezuela está evaluando la solicitud estadounidense para que un alto funcionario de la agencia antidrogas DEA visite el país pero la meta es mantener el respeto mutuo entre ambas naciones como prioridad, dijo este viernes el embajador venezolano ante la OEA Roy Chaderton.
“Estamos abiertos a mejorar la relación con Estados Unidos, pero no estamos procurando en esta gestión un certificado de buena conducta de parte del gobierno o del congreso de Estados Unidos”, dijo Chaderton a The Associated Press respecto de la reunión que sostuvo a fines de 2012 con el diplomático estadounidense Kevin Whittaker para analizar cómo mejorar la relación bilateral.
Chaderton y Whittaker se vieron en persona para hacerle seguimiento a una llamada telefónica que la subsecretaria de Estado para el Hemisferio Occidental Roberta Jacobson le hiciera en noviembre al entonces canciller venezolano Nicolás Maduro.
En conversación con AP, Chaderton respondió este viernes que es demasiado pronto para ser optimista sobre los resultados que puedan arrojar de estos contactos, a los que describió como “informales y fuera del ámbito oficial”.
“Sería especular. Sólo puedo decir que estamos trabajando para tener razones para ser optimistas, pero estamos preparados para atender cualquier resultado negativo”, indicó. “Parece que ambas partes nos acostumbramos a vivir sin embajadores y esa también es una alternativa”, agregó.
Mientras los venezolanos desean comenzar el acercamiento intercambiando embajadores -ausentes en ambos países desde 2010- Washington prefiere concentrarse primero en medidas que demuestren la voluntad mutua de acercarse.
En su búsqueda de una relación bilateral pragmática con Venezuela que dé énfasis a temas de interés mutuo como narcotráfico, terrorismo y energía, Estados Unidos espera fijar la fecha para que el funcionario de la DEA responsable de la región andina y con sede en Bogotá visite Caracas para reactivar la cooperación antidrogas, ya que el tráfico por territorio venezolano se ha incrementado de manera importante según sus estimaciones.
Pese a la ausencia de embajadores, la DEA ha mantenido su presencia en Venezuela de manera continua y actualmente cuenta allí con dos funcionarios.
La visita de la DEA a Venezuela la “estamos evaluando y esperamos que ellos evalúen las expectativas venezolanas, a las que no quiero identificar pero hay varios (puntos) irritantes”, indicó Chaderton. “Ellos también tienen que aportar en un proceso de negociación. No le digo más porque se suponía que (las conversaciones) eran un secreto y por ambos lados hubo filtraciones”, se quejó.
Washington espera que el ahora vicepresidente Maduro -en el poder hasta nuevo aviso debido al cáncer que padece el mandatario Hugo Chávez que lo mantiene convaleciente en Cuba- se mantenga dispuesto a abordar la cooperación bilateral antinarcóticos pese a que altos funcionarios del gobierno venezolano han sido designados narcotraficantes por las autoridades estadounidenses.
Chaderton se quejó también de que Estados Unidos continúe sus intentos de calificar el desempeño del gobierno venezolano en áreas “donde carecen de autoridad moral o política”, como la pulcritud del sistema electoral o la libertad de expresión.
Chaderton es sin duda uno de los funcionarios de mayor relieve en la cancillería venezolana. Además de desempeñarse como embajador en la OEA, diputado del Parlamento Latinoamericano y como punto de contacto para relanzar la relación bilateral con Washington, es responsable de la negociación por el diferendo fronterizo con Guyana y representa a Venezuela en las negociaciones de paz que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) adelantan en La Habana con el gobierno colombiano.