El soldado Leonardo de Lima Machado, que murió la madrugada del domingo en el incendio de la discoteca Kiss, de Santa María, en el sur de Brasil, al tratar de salvar a desconocidos, fue enterrado este lunes con honores militares.
Machado, de 26 años, consiguió escapar con vida de las llamas que se apoderaron de la discoteca durante una fiesta universitaria, pero volvió a entrar dos veces en el local y en la segunda, quedó atrapado y falleció junto a otras 230 personas.
"Sacó a su novia, la dejó en la acera de enfrente y volvió a entrar para ayudar a otros", explicó a Efe el cabo Gilmar Geison Buscher, compañero de Machado en el primer regimiento de carros de combate del Ejército.
Buscher describió a su compañero como "un ejemplar profesional y un tipo excelente", mientras que varios de sus colegas agregaron que era ante todo "un camarada".
El soldado héroe fue enterrado ante la presencia de decenas de familiares, amigos y colegas del Ejército, que le rindieron honores castrenses en el Cementerio Municipal de Santa María.
Los militares recibieron el féretro, que estaba cubierto con una bandera de Brasil, con tres salvas de tiros de fusil al suelo y toques fúnebres de corneta.
Decenas de asistentes entonces arroparon con aplausos a los familiares que, profundamente conmovidos, lloraron durante toda la ceremonia, hasta cuando los militares les hicieron entrega de la bandera después de que el ataúd fuera introducido en un nicho.
El incendio, deflagrado al parecer por un espectáculo pirotécnico durante un concierto, dejó un saldo de al menos 231 muertos y un centenar de heridos, en su mayoría estudiantes universitarios.
Además del soldado héroe, otros siete militares perecieron en el siniestro.
A primera hora de hoy, el Ejército envió un pelotón de soldados con escobas y cepillos para hacer una limpieza general en el Cementerio Municipal, en el que recibirán sepultura cerca de 40 víctimas del incendio.
EFE