Con motivo del 20 aniversario de la separación entre la República Checa y Eslovaquia, que antes formaban Checoslovaquia, los dos países liberarán a partir de hoy a unos 6.550 presos en una gran amnistía.
En la República Checa se podrán acoger a este perdón, anunciado por el presidente Vaclav Klaus, unos 6.000 presos, mientras que en la vecina Eslovaquia serán liberados unos 550 reos.
Se trata de la cuarta amnistía desde el retorno de Checoslovaquia a la democracia, en 1989, y la primera firmada por Klaus, en virtud de sus prerrogativas constitucionales.
Klaus, cuyo segundo mandato presidencial finaliza este mes, fue criticado por algunos candidatos izquierdistas de los inminentes comicios del día 11 y 12, ya que la amnistía no excluye a los encausados o condenados por delitos de corrupción.
En el caso de Eslovaquia, se trata de la segunda amnistía que firma su jefe de Estado, Ivan Gasparovic, que ya declaró una después de iniciar su primer mandato en 2004.
Los jueces checos comenzaron hoy a visitar las cárceles para examinar los expedientes de los presos, según informó la emisora estatal Radiozurnal.
De la amnistía checa han quedado excluidos los que cometieron delitos en materia de dignidad humana o sexual, contra la familia o causaron muerte o daños físicos serios.
A diferencia de la República Checa, en Eslovaquia la amnistía no incluye a personas encausadas y que aún no han sido condenadas.
EFE