Los tres soldados bolivianos detenidos a finales de enero en Chile
acusados de ingresar ilegalmente a ese país con un arma de guerra
regresaron a Bolivia, donde fueron recibidos con honores por el
Gobierno y el Ejército, mientras sus familiares y paisanos les
expresaron apoyo con abrazos y aplausos.Un avión de las Fuerzas Armadas aterrizó esta tarde en el aeropuerto de la ciudad andina de Oruro con los soldados, que llegaron acompañados del ministro de Defensa, Ruben Saavedra, y a quienes varias unidades militares dieron la bienvenida al pie de pista.
Los militares y civiles asistentes al acto cantaron en la pista a coro un himno dedicado a la reivindicación marítima boliviana y al departamento litoral perdido ante tropas chilenas en 1879.
Las familias de los soldados, de origen indígena y procedentes de su pueblo natal andino de Challapata, recibieron emocionadas a los jóvenes y los adornaron con guirnaldas, mientras un poblador del lugar dijo que son héroes "a los que no les hicieron doblar el cuello".
Los soldados Alex Choque, Augusto Cárdenas y José Luis Fernández, de entre 18 y 20 años, aceptaron una solución alternativa para la suspensión del juicio que iban afrontar en Chile por haber ingresado ilegalmente el 25 de enero a territorio chileno con un fusil.
Las autoridades de Chile aprobaron una suspensión condicional del proceso.
Si transcurrido un año no hay hechos nuevos y los soldados cumplen con el requisito de no volver a Chile en ese plazo, la causa será sobreseída.
Los tres militares se encontraban en libertad desde hace una semana pero no podían salir del país vecino, a la espera de que se celebrara el juicio que finalmente se suspendió.
Desde el primer día de su captura, el Gobierno del presidente boliviano, Evo Morales, defendió que los reclutas cruzaron sin darse cuenta el límite territorial cuando perseguían a contrabandistas bolivianos y criticó que las autoridades chilenas derivaran el caso a la justicia ordinaria.
El problema complicó aún más la relación bilateral entre los dos países, crispada por el impulso que ha cobrado en los últimos meses la reclamación boliviana a Chile de que le sea restituida la salida soberana al Pacífico perdida en una guerra del siglo XIX.
El mandatario boliviano, el presidente chileno, Sebastián Piñera, y sus respectivos ministros cruzaron numerosas descalificaciones durante el cautiverio de los soldados, tensando más las cosas entre las dos naciones, que no tienen una relación diplomática desde 1962, salvo un paréntesis entre 1975 y 1978.
Morales dijo este viernes, tras conocer la liberación de los militares, que Chile debe pedir "perdón" a los tres soldados como manera de demostrar que es un "buen vecino".
"Lo mejor que puede hacer el Gobierno de Chile es pedir perdón a los tres soldados. De esta manera podemos entender que es un Gobierno, un buen vecino, que está dispuesto a trabajar de forma conjunta", afirmó Morales en un discurso en un base aérea militar.
Por su parte, el canciller chileno, Alfredo Moreno, pidió al Gobierno de Bolivia que instruya a sus militares para evitar "nuevos traspasos ilegales" de la frontera y sostuvo que "este proceso ha sido realizado con respeto a la legislación chilena y se ha resuelto como establece la ley" de su país.
En el acto el comandante del Ejército de Bolivia, general Fernando Zeballos, reiteró que la detención de los uniformados fue "arbitraria, abusiva, prepotente" cuando cumplían la misión de enfrentarse al contrabando.
"Nuestros grandes soldados, héroes nuestros, supieron demostrar honestidad porque no aceptaron la coima (soborno) que les ofrecieron los contrabandistas y traficantes internacionales", dijo Zeballos.
El jefe militar también destacó el "valor y lealtad" de los tres jóvenes y recalcó que el Gobierno de Morales hizo una gran esfuerzo para lograr que "la verdad, la razón" se impusiera a la fuerza.
El ministro Saavedra destacó que la privación de libertad que duró un mes en celdas del norte de Chile fue denunciada por Bolivia ante Naciones Unidas y en varios países.
"Hemos vencido esta batalla, que tiene que ver mucho con que la verdad se ha impuesto y el Estado boliviano actuó con serenidad y apego a los que dice el derecho internacional", dijo Saavedra.
Los tres soldados recibirán este fin de semana otros homenajes en su natal Challapata y para el lunes se prepara uno más en La Paz al que está previsto que asista el presidente Morales, quien no pudo recibirlos en Oruro.
Hace unas semanas el Gobierno boliviano nombró a los soldados "héroes del mar", al considerar que Chile los mantuvo presos en represalia por la demanda boliviana de recuperar la salida al Pacífico.
EFE
