EFE).- Un Manchester United a medio gas apabulló hoy al modesto Norwich (4-0) en Old Trafford con una gran actuación de Wayne Rooney, que marcó un golazo y dio otros dos al protagonista del encuentro, el japonés Shinji Kagawa, autor de un triplete.
Con esta victoria, los hombres que dirige Alex Ferguson aventajan ya en 15 puntos a su inmediato perseguidor,
el Manchester City, que visitará el lunes al Aston Villa, y, sobre
todo, les genera confianza de cara a la cita el martes ante el Real
Madrid en la Liga de Campeones.
Como en el Bernabéu hace dos semanas, Kagawa volvió a ocupar de salida el puesto de Ryan Giggs, quien ausente, incluso, del banquillo perdió hoy la oportunidad de sumar su partido 1.000 como profesional.
El internacional nipón abrió al filo descanso el marcador para los
locales y añadió otros dos a su cuenta en el último cuarto de hora de
juego gracias a dos asistencias de Rooney, que cerró el marcador con un
potente disparo desde la frontal.
A pesar de efectuar seis cambios respecto al último encuentro, poco
se guardó el técnico de los “reds” de cara al decisivo partido de vuelta
de los octavos de final de la Liga de Campeones que le enfrentará el próximo martes en Old Trafford al Real Madrid.
Con pesos pesados como Rooney o Robin Van Persie sobre el césped, Ferguson sí retocó la retaguardia y dio entrada a Chris Smalling y Jonny Evans en lugar de Rafael y Rio Ferdinand.
Incrustado en su campo, los hombres que dirige Chris Haughton entregaron la bola al Manchester, que se tomó la primera parte con mucha paciencia, a medio gas, esperando su oportunidad y confiando en la dinamita de su delanteros.
Al cuarto de hora de juego, avisaron con una pared Rooney y Van Persie, a quien le faltaron unos centímetros para llegar al balón antes que el meta de los “canarios”, Mark Bunn, y diez minutos después Michael Carrick efectuó el primer disparo a la puerta de los locales con cierto peligro.
Se probaban así casi todos los jugadores de los “diablos rojos”, menos David De Gea, quien vio todo el primer tiempo desde la distancia de su portería.
El United abrió por fin la lata en el tiempo de descuento, cuando un centro de Valencia desde el carril derecho lo bajó Van Persie para que Shinji Kagawa, con una volea mordida, batiera a Bunn.
Tras el descanso, el Norwich se estiró un poco en busca del empate, pero nunca llegó a inquietar al United, que aprovechó el desgaste visitante y los riesgos tomados para aumentar su ventaja, a pesar de que siguió sin pisar el acelerador.
Con la entrada del Welbeck por Van Persie a la hora de juego, Rooney tomó los mandos del ataque rojo y dio un recital, que culminó al final del choque con una jugada personal en la frontal del área y un disparo imparable para Bunn.