Los ciudadanos de la Unión Europea (UE) pasaron al horario de verano en la madrugada de este domingo 31, como todos los últimos domingos de marzo, según lo establecido en una directiva comunitaria de 2001 y con el objetivo de ahorrar energía optimizando al máximo la iluminación solar.
La directiva estableció que el último domingo de marzo y octubre, es decir dos veces al año, se realizaría el cambio de horario. Así, las 2.00 horas de la madrugada del domingo pasaron a ser las 3.00 horas.
Se calcula que con el cambio de hora, el ahorro en iluminación en los hogares españoles será de unos 300 millones de euros, (6 euros por hogar y 210 correspondientes a edificios e industria), según estimaciones del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE).
Los cálculos de este organismo son meramente orientativos pues el IDAE no los ha puesto al día en los últimos años y además no se tienen en cuenta variables como los sucesivos aumentos en las tarifas de la luz.
La medida del cambio de hora tiene sus detractores, que alegan que genera efectos perjudiciales sobre la salud humana y animal, ligados a la secreción de melatonina, una proteína que regula el sueño.
Sin embargo, Bruselas presentó en 2007 un informe para revisar la repercusión del cambio horario en diferentes ámbitos, que reveló efectos positivos de la medida en áreas como la agricultura o la hostelería y ciertos ahorros energéticos.EFE