El azúcar contenido en media tableta de chocolate, unos catorce gramos, bastaría para detectar tumores malignos con gran detalle en una persona de 70 kilos, sin necesidad de añadirle marca radiactiva alguna, como se hace actualmente en la tomografía por emisión de positrones (PET), según un trabajo publicado en el último número de «Nature Medicine». La nueva técnica, denominadaglucoCEST, aprovecha que las células cancerosas necesitan más azúcar que las sanas para obtener la energía necesaria para proliferar descontroladamente, pero en lugar de añadirles una marca radiactiva, las pone una etiqueta magnética, lo que delata su presencia con menos riesgos. Así los tumores se hacen visibles al brillar cuando se les somete a una simple resonancia magnética.
La nueva técnica, desarrollada por un equipo interdisciplinar de investigadores del Colegio Universitario de Londres (UCL), ha demostrado su eficacia en un modelo de ratón de cáncer colorrectal y ya han comenzado los ensayos con humanos. Los resultados obtenidos en roedores indican que es incluso más precisa que la prueba estándar utilizada en la actualidad, el PET, con la ventaja de que los equipos de resonancia magnética están disponibles en la mayoría de los hospitales, lo que disminuiría las listas de espera, y su utilización es más barata.
Mayor resolución
La mayor resolución de la resonancia magnética frente al PETes otra ventaja de la nueva técnica, que permite la evaluación de tumores más pequeños. Aunque lo más notable es que distingue entre distintos tipos de tumores, detectando la variabilidad celular, un aspecto fundamental a la hora de hacer un diagnóstico, escoger un tratamiento y evaluar la respuesta al mismo en cada paciente.
«GlucoCEST utiliza ondas de radio para poner una marca magnética a la glucosa. Así puede detectarse luego en los tumores utilizando técnicas convencionales de resonancia magnética. El método utiliza una inyección de azúcar normal y podría ofrecer una alternativa barata y segura a los métodos existentes para la detección de tumores, que requieren la inyección de material radiactivo», explica el investigador principal del estudio, Simon Walker-Samuel, del Centro de Bioimagen Avanzada de la Escuela Universitaria de Londres. Con esta marca magnética, los tumores aparecen como imágenes brillantes en las exploraciones de resonancia magnética.
Al no utilizar radiación esta prueba podría utilizarse sin riesgos incluso en mujeres gestantes o niños pequeños. Según Xavier Golay, otro de los participantes en el estudio: «Esta investigación interdisciplinar podría permitir a estos grupos de pacientes vulnerables que se analicen más regularmente, sin los riesgos asociados con una dosis de radiación». La inocuidad de GlucoCEST permitiría también hacer un seguimiento más continuado de la progresión de los tumores sin el riesgo adicional de la radiación.
Aunque los investigadores se han centrado en estudio de los tumores, adelantan que esta técnica sería también útil en neurología, para obtener imágenes de patologías como el alzhéimer, para cuyo diagnóstico países como Estados Unidos recomiendan la utilización del PET. También sería válida para el ictus. En estos casos, la glucosa sirve para saber qué zonas del cerebro están más o menos activas y determinar su correcto funcionamiento.
ABC