EFE).- El fenómeno del fraude académico en La Habana es “un tipo de corrupción” bastante frecuente, según reveló un sondeo que publica hoy el periódico oficial “Juventud Rebelde”.
La indagación aplicada en seis municipios de la capital cubana arrojó que el 30 % de los alumnos encuestados incurrió en alguna manifestación del fraude académico, señala un extenso artículo del periódico que también reconoce la responsabilidad de los padres y la participación de profesores en este problema.
Las entrevistas realizadas a estudiantes, padres y maestros en los municipio de Diez de Octubre, Cotorro, Plaza de la Revolución, Marianao, Boyeros y Arroyo Naranjo revelaron que “la compraventa de pruebas ha aparecido como una práctica en determinados centros educacionales”.
“El fraude académico puede considerarse un tipo de corrupción, ya que implica una deformación ética por el ánimo de lucro sobre una esfera trascendental como es la educación pública-gratuita, o por el interés individual de los estudiantes por alcanzar metas sin el esfuerzo propio”, afirma el periódico.Entre las formas de fraude, durante la indagación salieron a relucir desde “comprar la nota” al profesor, así como “adquirir la prueba”, “aumentar o cambiar las notas”, hacer favores o trueques”, realizar regalos, pruebas que se “filtran”, “soplar” las respuestas en los exámenes para “ayudar” a los alumnos.
Asimismo advierte que en el Código Penal de la isla contempla que en el caso de aquél funcionario o empleado que intencionalmente revele el contenido de pruebas o exámenes a los alumnos de centros docentes oficiales “puede cumplir de tres meses a un año” de privación de libertad, y si este hecho se realizase con ánimo de lucro la sanción sería de seis meses y hasta dos años de cárcel.
La viceministra de Educación, Margarita Mcpherson, citada por la publicación, aseguró que el Ministerio de Educación “conoce de estas actividades y las ha enfrentado”, consideró que “estos actos no pueden quedar impunes” y opinó que cuando integrantes de una familia participan en acciones de fraude “también incurren en un delito”.
El rotativo subraya que la mayoría de los estudiantes y padres entrevistados coinciden en que para ‘ganarse’ a un profesor a través de favores o trueques “se necesita persistencia, pues muchos defienden la ética de la profesión, aunque otros están dispuestos a mancillarla”.
Uno de los profesores citados, nombrado Eliécer, sostiene que la culpa de los fraudes “es también de los padres, que son los que dan el dinero para que compren las pruebas o van a hablar con el maestro para que ayude a su hijo”.
La indagación de “Juventud Rebelde” se realizó después de que en junio pasado dos profesores de un instituto y la empleada de una imprenta del municipio Arroyo Naranjo fueron detenidos por fraude en un examen de matemáticas, cuyo cuestionario fue robado y vendido a estudiantes, según informó el diario oficial “Granma”.
Este asunto fue uno de los temas que abordó el presidente cubano Raúl Castro en un reciente discurso ante el Parlamento, en el que lamentó la pérdida de valores morales y cívicos en Cuba, al tiempo que denunció “graves grietas de carácter familiar y escolar” y el “ambiente de indisciplina” que se ha arraigado en el país.