El Monte Fuji de Japón, recientemente designado Patrimonio Mundial de la UNESCO, podría entrar en erupción de manera violenta si su interior es resquebrajado por un gran terremoto, según el estudio de un equipo de investigadores nipones que publica hoy la agencia Kyodo.
El Fuji, punto más alto del país y volcán en activo cuya última erupción data de 1707, es foco de una estrecha y continua vigilancia al encontrarse en una importante zona sísmica.
Un equipo de investigadores del Instituto Nacional de Ciencia y Tecnología Avanzada (AIST) ha alertado de que se puede producir una nueva erupción violenta debido al magma acumulado dentro del volcán durante los últimos 300 años.
"Un gran terremoto podría resquebrajar el interior del volcán lo que tendría como consecuencia una violenta erupción", precisa el estudio.
El equipo de volcanólogos ha observado numerosos cráteres de la montaña a través de fotografías aéreas y ha analizado las anteriores erupciones, desde hace 10.000 años hasta la última,en 1707.
El estudio ha detectado un gran número de diques formados antes de la erupción de hace 300 años, que han taponado la salida del magma, pero señala que la lava se ha acumulado debajo de la tierra debido a una serie de terremotos de baja frecuencia detectados en la zona del considerado como icono sagrado de Japón.
La volcanóloga Akira Takada explicó que el monte Fuji, situado a unos 100 kilómetros al suroeste de Tokio, puede entrar en erupción si se produce un gran terremoto en la falla de Nankai, que afectaría al sur de dos de las cuatro islas principales de Japón.
De forma cónica casi perfecta y rodeado de lagos, el Fuji se convirtió en uno de los principales símbolos de Japón después de ser reproducido en numerosos grabados en el periodo Edo (1603-1868), que tuvo una fuerte influencia en las artes occidentales.
Se trata además de una importante atracción turística, principalmente en verano, cuando entre 350.000 y 400.000 personas se acercan para subir a los 3.776 metros de su cima.
EFE