Un indígena lenca murió y otro resultó herido este lunes en el oeste de Honduras, cuando militares atacaron a tiros a pobladores que se manifestaban contra la construcción de hidroeléctricas, según denunció una organización campesina.
El incidente tuvo lugar en la zona El Achotal, Río Blanco, del departamento de Intibucá, unos 200 km al noroeste de la capital, precisó la asesora del no gubernamental Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (Copinh), Bertha Cáceres.
"Los compañeros, unos 300, iban en la manifestación hacia el plantel de la compañía Sinohydro", que construye una represa hidroeléctrica en esa zona del Achotal, aseguró Cáceres.
"Militares que estaban acompañados por policías dispararon y mataron a Tomás García e hirieron a su hijo que se debate entre la vida y la muerte en un hospital de San Pedro Sula", 240 km al norte de la capital, agregó a la AFP la activista del movimiento social.
Las protestas sociales en El Achotal han paralizado las obras tras 106 días de movilizaciones, según dijo Cáceres.
El viernes anterior, una coalición de 15 organizaciones populares denunció que una decena de empresas "están generando destrucción y terror en nuestras comunidades" de diferentes zonas de Honduras, ya que están "convirtiendo los bienes comunes como el agua, el aire y la tierra en mercancía al servicio del sistema económico".
"Hay comunidades que prácticamente están en estado de sitio por policías y militares y sicarios de estas compañías, algunas hondureñas y otras de otros países, (solo) porque las comunidades se están oponiendo", declaró a la AFP el coordinador de la Coalición Nacional de Redes Ambientales, Pedro Landa.
"Son unas 300 concesiones que se han otorgado, que abarcan 35.000 km2 del territorio nacional, casi la tercera parte del país (de 112.492 km2)", aseguró Betty Vásquez, coordinadora del Movimiento Ambientalista de Santa Bárbara, al noroeste del país. AFP